Hotel es Oregon la ciudad donde duerme tu perro aquella donde el jazz mastika huesos y en sus tardes fluye la sincronía del opio quemándose -fluorescente y lejano- sobre un cielo que hunde sus pies en la hoguera del tiempo es en Oregon y en la ruina donde aún no encuentro tu aliento te digo: tu sexo es un ángel ebrio que no conoce la muerte te digo: es Oregón con el verano en las venas en sus mujeres en tu piel …
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