El hombre increíble, de Cristián Aguirre Por Luis Benítez

 


“El hombre increíble”, de Cristián Aguirre

Por Luis Benítez

 

El sello argentino Ediciones en Danza ha publicado un nuevo poemario del escritor, poeta, actor, emprendedor y conferenciante radicado en Barcelona desde 1988.

 

Para las mujeres que fueron deseables / Y dejaron de serlo. /

Para las mujeres que me amaron / Y que yo no pude amar.

 

Toda mi ternura, Manuel Carneiro de Sousa Bandeira Filho (1886-1968)

 

Dividido por su autor en dos partes, tituladas respectivamente Resuelto a exprimir lirios de las bellotas y Yo no elegí escribir una elegía, esta quinta entrega del poeta argentino, El hombre increíble (1), abarca casi cuarenta piezas, en su mayoría de marcada brevedad, aunque definitivamente poseídas por un espíritu de hondura conceptual buscado y encontrado por Aguirre.

De las tópicas clásicas del género, esos pares de opuestos transitados a través de toda su tradición milenaria, atrevidamente Cristián Aguirre se anima con el amor, posiblemente la más difícil de encarar en nuestros descreídos tiempos posmodernos. Tantas veces puesto en letras de molde, el tema del amor parece algo tan repleto de apelaciones de variopinta calidad escritural que a estas alturas del siglo XXI sería imposible intentar una más.

Pero el poeta nacido en Buenos Aires en 1964 aceptó el desafío y cabe subrayar que sale airoso de tamaño reto en la mayor parte del volumen.

El secreto de esta victoria de Aguirre sobre los remanidos discursos acerca de lo amoroso parece residir en el desenfado y la frescura expresiva de la que hace gala en El hombre increíble, donde trata (y a veces maltrata) al objeto del deseo tanto con conocimiento de causa como sin concesiones al sentimentalismo, aunque los necesarios toques nostálgicos por la pérdida no dejan de salpimentar convenientemente todo el asunto, siempre sin abusar de materia tan picante, no vaya a ser que impregne y arruine lo ofrecido al lector.

Desde luego, bien sabemos que la genuina poesía es absolutamente autorreferencial y elige siempre hablar de sí misma, empleando como caballo de Troya cualquiera de sus aparentes “temas” a modo de pretextos. Esta característica del género se cumple y muy bien en El hombre increíble. Aguirre no pierde el hilo del trasfondo de su discurso, lo medular de cuanto dice, tanto cuando se permite evocar las dulces horas tan propias de la dicha pasada como el pesar post mortem de esta.  Y que el eje axial de El hombre increíble sea el amor en sus múltiples etapas, las vividas, las imaginadas y las perdidas, no es obstáculo para que el autor encuentre los medios para referirse a tópicas secundarias que, por su potencia intrínseca, con ser meramente aludidas ya amplían notoriamente el alcance del verso donde saltan a la cara de quien lee. La alusión a la muerte, la injusticia omnipresente en una realidad que no quiere saber nada con eso de la ética, lo cierto y lo falso, la certeza y la duda, entre otras revisiones, también tienen cabida en este volumen, sabiamente dosificado en su decir por Cristian Aguirre: el cálculo preciso dentro del desenfado al que nombré antes hace mucho a favor de la eficacia de la fórmula discursiva que ha elegido.

Por otra parte, es de señalar que mi compatriota residente en Barcelona desde fines de los ochenta utiliza con gran soltura nuestro voseo rioplatense, lo que suma un acertado toque coloquial a las formalidades de su estilo. Al respecto, tengo que referir que me permití hacer un pequeño experimento: pasé al tuteo peninsular varios fragmentos de El hombre increíble y, efectivamente, al hacerlo se tornan más rígidos sus versos y pierden, al menos para un lector de su procedencia y la mía, mucho de su poder de convicción inmediata, esa elasticidad que les posibilita ingresar tan velozmente al torrente sanguíneo de la imaginación y la sensibilidad.

En resumen: un logro de Cristián Aguirre, que ya parecía casi increíble poder alcanzar.

 

El autor

Raúl Cristian Aguirre nació en Bue­nos Aires en 1964. Formado en Aná­lisis de Sistemas, es escritor, poeta, actor, emprendedor y conferencian­te. Está radicado en Barcelona desde 1988, donde estudió cine y morfopsicología. Es hijo, nieto y sobrino de es­critores, poetas y profesores de litera­tura. Su padre, autor de más que merecido culto en la Argentina, Raúl Gustavo Aguirre (1927-1983), dirigió la célebre revista Poesía Bue­nos Aires. Su madre, Hebe Monges, fue catedrática de Literatura y autora de novela, cuento y poesía. Raúl re­cibió premios y distinciones en diver­sos certámenes literarios. Sus poesías han aparecido en diversos medios especializados en Argentina y el ex­terior. Dirigió la revista subterránea Caro Kann. Condujo el programa de entrevistas Vos y Yo en una radio de Barcelona. Creó el unipersonal Poe­sía, ¿estás ahí? en 2019, y lo repre­sentó en varios países. Publicó Mamá y otros poemas (Barcelona, 2015), A Sívori se lo comieron los escorpiones (Ediciones en Danza, 2019), La vida videoclip (Ediciones en Danza, 2023) y en la otra orilla de la noche (Ediciones en Danza, 2024). La com­positora Patricia Caicedo musicalizó varios poemas suyos en el CD Nues­tros días. Es autor de una vasta obra poética que aún permanece mayor­mente inédita.

 

NOTAS

(1)Ediciones en Danza, ISBN 978-631-6520-32-6, 70 pp., Buenos Aires, 2024.

 

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