Una historia de amor y mucho más en “Carne”, de Tamara Rutinelli [Por Luis Benítez]

 




 

Paradiso Ediciones, de Buenos Aires, distribuyó recientemente en librerías el título “Carne. Una historia de amor”, de la autora argentina Tamara Rutinelli. Una novela corta que amalgama las vicisitudes de la mujer en tanto individuo con el macro político y social.

 

Una de las virtudes más evidentes de un autor es su capacidad para realizar la puesta en relación de las frustraciones, esperanzas y contradicciones propias del sujeto con los vaivenes de lo que llamamos la escala social y política general. Asimismo, se destaca cuando es capaz también de mostrarnos el ida y vuelta de esos fenómenos, yendo y volviendo desde el macro al campo de lo individual sin perder el hilo –en ocasiones muy delgado- que los interrelaciona.

La dialéctica que atraviesa y une al conjunto con las partes suele tener un recorrido difícil e intrincado, de una complejidad tal que es muy fácil perderse en cualquiera de sus vericuetos. Y el aluvión de información/desinformación que campea a sus anchas por la cultura –entendida como la formadora de nuestros juicios y aun de nuestro propio yo- no contribuye precisamente a facilitarnos la tarea.

Esta capacidad es solo uno de los méritos de Tamara Rutinelli, quien aporta lo suyo al género novelesco del modo más auspicioso. Su Carne. Una historia de amor (1), hace poco presentada al lector por el sello Paradiso Ediciones, así lo testimonia. Es señal de la buena salud de las letras argentinas que este título acredite las cualidades necesarias para anticipar los logros posteriores que seguramente habrá de alcanzar la autora nacida en La Plata, Provincia de Buenos Aires, en 1982.

De pluma diestra y muy medida, Rutinelli sabe muy bien cómo hincarla en la médula misma de los conflictos que deben enfrentar las mujeres desde el comienzo más temprano de su vida consciente, con los sórdidos imperativos que llueven sobre ellas, los mandatos que reclaman la más acatada sumisión, el silencio a rajatabla, la ceguera ante la humillación y la sordera frente al abuso. Clara, la protagonista niña/mujer de Carne. Una historia de amor, nace como todas, predestinada. Pero el sino al que debe enfrentarse no tuvo nunca nada de envidiable. Tampoco lo tiene en nuestro tiempo, pese a los avances realizados sobre el terreno del patriarcado dominante y que, con la hipocresía que lo caracteriza cada vez que debe “adecuarse” a las circunstancias para seguir imperando, entiende que es preferible hacer algunas concesiones a verse cuestionado desde la base y perder algunas de sus muchas prerrogativas.

Un patriarcado que no solo se corporiza en los hombres que Clara conocerá y padecerá, sino también en la voz materna, esa primera voz que todos oímos y que nos graba indeleblemente cuanto nos transmite desde el comienzo mismo de nuestras existencias.  Es esa voz primal, la de Lidia, la madre de Clara, quien imprime en su hija las “tablas de la ley”, la ley masculina, se entiende, al modo de lo que les sucede a los presidiarios en In der Strafkolonie (“En la colonia penitenciaria”) de Franz Kafka, aquel relato donde se ejecuta a los condenados grabándoles en el cuerpo la norma gracias a un infernal aparato, el Parlograph, provisto de una aguja que lacera una y otra vez el cuerpo, hasta matarlo, mientras escribe una y otra vez frases tales como “Honrarás a tus superiores”…

En medio de las luchas internas y externas de Clara se mecha en la novela, con una consistencia y una referencia meridiana y puntal, siempre esclarecedora, el maremágnum político y social que nombramos al comienzo, con las alusiones a la Fundación Eva Perón, el Plan Quinquenal, Perón mismo, el sindicalismo, los hoteles gremiales de Chapadmalal, las vacaciones pagas disfrutadas en Mar del Plata, la jornada laboral, un juego de menciones que cualquier lector argentino reconocerá de inmediato y que de modo también simultáneo se acoplará al marco de lo narrado. Incluso para el lector extranjero es reconocible el juego de indicios desarrollado por la autora, por poco que conozca la historia local.

Párrafo aparte y muy destacado para la pericia con la que Rutinelli emplea abundantemente la frase corta, de tan difícil manejo por su necesidad de precisión y exactitud, para delinear en breve trazo caracteres, situaciones y conflictos de un modo acabado y definitivamente estructurante. Una capacidad que de manera repetida resulta en el recorrido de Carne. Una historia de amor, francamente envidiable.

En suma, otro lanzamiento de Paradiso Ediciones para celebrar y que los lectores tanto se merecen conocer. 

 

La autora

Támara Rutinelli nació en Punta Alta, Provincia de Buenos Aires, en 1982. Vive en la ciudad de La Plata desde 2001. Estudió Letras en la Universidad Nacional de La Plata. Dio clases en la Facultad de Bellas Artes. Coordinó ciclos de cine y espacios sobre literatura y teoría feminista. Participó de antologías literarias y en lecturas poéticas de la ciudad de La Plata. Actualmente trabaja como bibliotecaria.

 

NOTA

(1) Paradiso Ediciones, I.S.B.N: 978-987-4170-56-9, 160 pp., Buenos Aires, abril de 2022.




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