Por Luis Benítez
El
pujante sello Palabrava (https://www.editorialpalabrava.com.ar), de la
provincia argentina de Santa Fe, acaba de lanzar en librerías físicas y virtuales
una nueva entrega del narrador José Gabriel Ceballos (1955): la colección de
relatos titulada Buenavista capital del
sexo (Santa Fe, Argentina, 172 pp, 2021).
Hay
narradores que, deseándolo o no, condensaron todo su genio en el logro de un
exclusivo personaje, ya definitivamente asociado a sus nombres en la historia
de la literatura. Hay otros que optan o son elegidos por la construcción de
sitios imaginarios para que los erijan en función de revelar la compleja trama
de las interrelaciones humanas mediante un sinnúmero de personajes, cuya sólida
trabazón coral es la encargada de producir en el lector esa genuina revelación,
la generación de una epifanía atravesada por múltiples voces.
Los
ejemplos de estas edificaciones son tan repetidos como singulares y el primero
que seguramente vendrá a la mente será el Macondo de Gabriel García Márquez (1927-2014),
pero inmediatamente seguido por el condado de Yoknapatawpha, de William
Cuthbert Faulkner (1897-1962) y
La
que vamos a recordar para siempre y con extrema facilidad, luego de leer esta
flamante entrega del gran escritor correntino José Gabriel Ceballos, es su
Buenavista, localidad ficcional que no debuta como “personaje coral” en su
obra, pero que en la colección de cuentos que nos ocupa alcanza una perfección
formal y una condensación de sentidos ya preanunciadas desde sus primeras
apariciones, a todo lo largo de la secuencia de títulos donde Ceballos se ha
ocupado de ella. Infatigable albañil literario, el autor ha erigido el poblado,
muy característico del interior de
Esta
estructura tan bien lograda por Ceballos y llamada a convertirse en un hito por
demás sobresaliente en el paisaje desigual de nuestras letras tiene sus
cimientos bien arraigados en el relato popular, el costumbrismo correctamente
entendido y por demás alejado de esa plaga que es el pintoresquismo
recalcitrante; tampoco posee lazos de parentesco, ni de segunda ni de tercera
generación, con el freído y vuelto a freír realismo mágico, con sus vicios
exotizantes y desgastado ya hasta los huesos.
Las
calidades y los valores de los 15 relatos que componen Buenavista capital del sexo se asientan, en mayor medida, en los
detalles de los caracteres principales imaginados por Ceballos, a los que dota
de una vivacidad y frescura tales que dejan la sensación de haberlos conocido.
Se trata de personalidades que cubren un extenso abanico de variables, desde
los rasgos más patológicos hasta la más genuina ingenuidad, pero no esculpidos
como arquetipos donde predomina exclusivamente una u otra característica, sino
–al modo en que más comúnmente se nos presentan las personas- provistos de una
sinergia contradictoria y al mismo tiempo amalgamada gracias a una paradójica
combinación de factores opuestos y complementarios. Así logrados, luego
Ceballos pone en acción a los habitantes de su Buenavista: extras, comparsas,
figurantes, integrantes del coro y primeras vedettes
de una suerte de comedia humana, muy humana, que se despliega ante nosotros al
modo de una caja de sorpresas. Cada uno de los seres que habitan Buenavista capital del sexo nos narra
algo propio dentro de la narración general que recorre el volumen, ya que las
historias se relacionan y modifican entre sí -a pesar de tener confines
acotados- no solo por trascurrir en el mismo escenario, sino por participar en
su conjunto de un verdadero muestrario de las características posibles de lo humano.
Los conflictos, el deseo, los celos, la codicia, el amor cierto y el fingido,
la tontería que también es propia de nuestra misma condición, la locura y la
cordura, reinan en Buenavista como en todas partes, pero el arte singular del
escritor correntino se las arregla para enseñarnos que esa muestra de mundo que
recoge su escritura perfectamente podría, en sus trazos más gruesos o en los
más sutiles, ser justamente aquella donde estamos leyendo sus páginas.
En
este y en otros sentidos, Buenavista capital
del sexo nos devuelve sensaciones similares a las que podemos sentir al
leer la obra maestra de Edgar Lee Masters (1868-1950), abogado nacido en Kansas
como Ceballos lo fue en Alvear, Corrientes: Spoon
River Anthology, que desde la poética destaca la diversidad y el agon constantes entre las múltiples
voces que el estadounidense supo plasmar de un modo singularísimo, en verso,
mientras que nuestro autor, de modo recíproco, lo hace en prosa.
Prosa
que debe ser destacada por la sonoridad y el diestro empleo de la lengua, sin
innecesarias mímesis ni apelaciones de color, ya que le basta a Ceballos la
estudiada llaneza de su discurso para ir directamente al hueso de cuanto está
narrando, lo que no es obstáculo para que nos regale aquí y allá pinceladas de
paleta buena, resaltando con sutileza peculiaridades que hacen a la trama misma
de cada cuento y la complementan con acabada discreción.
Desde
luego que el medido espacio de una reseña como esta no puede abarcar todas las
características que distinguen a una obra de las calidades que exhibe Buenavista capital del sexo, sino
meramente proponerse como una suerte de introducción a las horas de buena
lectura que brinda este nuevo título de la editorial Palabrava, pero no vamos a
dejar al lector sin antes referirle que además de lo antedicho el humor de la
mejor factura recorre toda la obra, en sus variantes de negro intenso, rojo
subido y hasta verde profundo, siempre dentro de los márgenes que el buen gusto
del que hace gala el más que notable autor correntino posibilita, vía la
insinuación, el sarcasmo, la parodia y la caricatura, todos ellos recursos muy
bien empleados y que alcanzan la mayor efectividad en cada cuento.
En
conclusión, Buenavista capital del sexo
habla a las claras de la buena salud de la narrativa argentina actual y su
lectura es un ejercicio más que beneficioso para cuantos deseen disfrutar de
narraciones muy bien llevadas, impecablemente terminadas y mucho más que
relevantes dentro de la oferta editorial del año en curso. Un volumen donde la
historia chica modifica mucho de lo que suponíamos era la historia grande.
Como
dato del mayor interés, Buenavista
capital del sexo y dos títulos más se encuentran a punto de ser publicados
en los Estados Unidos, merced a una estrategia de coedición ya formalizada
entre la casa editora argentina Palabrava y el sello Pro Latina Press, de aquel
país, dentro de la colección Literatura de los Confines.
El autor
José
Gabriel Ceballos nació en 1955 en la ciudad de Alvear, provincia argentina de
Corrientes. Su extensa y reconocida obra se inició con los volúmenes de poesía Poemario breve (1977), El color del humo (1978) y Otras reincidencias (1978), para
producir luego una larga serie de colecciones de narrativa breve: Los ciudadanos (1989), El Oidor (1985), Allá siempre baila la muerte (1989), Las condesas también sueñan (1991), Made in Buenavista (1992), Interior
de los pájaros (1993), Ángel de la
guarda (1996); El patrón del chamamé
(1998), Complicaciones intelectuales
(2000), Tiempos de culpa y otros cuentos (2001),
Dueños del mañana y otras historias (2002), Fabulario de Buenavista - antología
personal (2004), Relator deportivo
(2006), Entre Eros y Tánatos (2009), Lo difícil que es partir de Buenavista
(2013) y Segundo fabulario de Buenavista (2015).
Asimismo, son de su autoría las novelas Ivo
el emperador (2003), Víspera negra (2004),
Confesiones de un extraño demiurgo (nouvelle, 2008) y En la resaca (2010). Su narrativa, entre otros reconocimientos, ha
recibido el premio Juan Torres de Vera y Aragón otorgado por el gobierno de la
provincia de Corrientes; el Sol de América concedido a la trayectoria por el
Instituto Guaynamérica de Posadas, provincia de Misiones; el Premio Único de
Narrativa Latinoamericana EDUCA, de
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