De La Comarca de senos caídos 1987
*
Sobre la comarca de senos caídos
el clavo en el tatuaje
La muñeca habitante de carcajadas flacas
encomendadas al aceite vertido
A chuletas con puta vieja/ la llaga
el hastío que hincha botellas rotas
/hasta el próximo sol.
Sentados a esperar como si nada
en el paradero de micros.
A chutes con la llaga/ el disfraz
La quemadura del padre en la bocacalle
Colmillo de perros que rasgan la bolsa
y nalgas carnudas tras los vidrios
Un lunes o viernes
A palos con el aire
cuando escondo la cara/ la guarida
Con lentitud de bestia en regreso
sobre la comarca de senos caídos.
De Doble vida, 1989
Pagan Rome o el afiche a entrada de un cine II
Pagan Rome poseía colinas
Desde arriba la ciudad le parecía un gran juego de videos
que la noche hace emerger.
Allí fuimos exhibidos ellos
todos como una redada ante sus ojos
Bebíamos de los pequeños pechos
manados de los muros que por estos sitios
Una breve postal un destello
Altivas crestas de edificios
que los últimos celajes lamen.
Pagan Rome Chile Night Club
El cuadrilátero y la llanura donde descansamos la cabeza
El sueño de Calígula la noche anterior a su asesinato
Cuando creyó ser uno de nosotros
y bailó desnudo sin decir palabra.
De Lugares de uso, 2000
LO QUE CONTIENE LA RISA
Los muchachos de la otra mesa sí saben cómo divertirse;
actúan como si no se conocieran.
Cuando al fin quedan solas hablan otro idioma
mucho más cruel
Ahora que se piensa dos veces
no hay nada tan importante. Dos desconocidos
que se sientan juntos casualmente
hasta ser los únicos pasajeros
Por fuera las gotas de lluvia se pegan a la ventanilla
Parecen una plaga de insectos transparentes
que han hecho un largo viaje para venir a morir aquí
eran tantos, tantos en número
que podrían llenar un gran silencio
Despierta temprano, se duerme y se hace tarde
Dejar así de estar a punto de que algo suceda
Dar pie atrás
o girar sobre los talones con violencia
para ser parte de eso efímero que contiene la risa
Estos años se podrían reducir a una frase
A una luz que atemoriza sin dejar quemaduras
al estar cerca se aleja igual que un espejismo
y se vuelve a formar unos metros adelante
Es como avanzar por un campo de batalla
lleno de los peligros que el enemigo deja en su retirada
De haber estado en otro lugar
podría haber visto cómo aquellos que rodean la casa
se van haciendo cada vez menos
Lejos, los que quedaron al otro lado de la calle
cuando cambió la luz del semáforo
y nos perdimos de vista
Una habitación que permanece tanto tiempo cerrada
toma el olor de sus ocupantes
Adentro el televisor está encendido y sin volumen
olvidaron apagarlo en el apuro de la despedida
Esta ciudad se podría reducir a una sola frase
A decir –paso– por un buen rato. Lo que no es otra cosa
sino una dirección que se hace más concurrida
el cuerpo que cambia de posición mientras duerme
–Quería ir bien puesto a su primera cita con la oscuridad–
FRÁGIL
Las flores artificiales
también florecen, pero en invierno:
su polen es el musgo
No requieren de luz sino de tiempo para volverse necesarias.
Toma la vía más rápida desde Santiago sur
Aquí la cara va por dentro. Acaricio mis papeles
y sé que está mirando
–ese vestir con mal gusto que tanto excita–
La cresta negra del gallo sobre la cordillera
es mi mano abierta contra el sol
Ahora sé cómo no se hacen las cosas
Y dele con la misma, no como en casa
en la que se podían rayar las paredes.
Nos quedamos detenidos
en un trayecto que no tiene paraderos
Luego el encuentro casual y rápido
pero en direcciones opuestas
(trenes subterráneos que se cruzan a mitad del túnel)
Se quedó esperando todo el día de cada año
tendida sobre los rieles como en la piedra de sacrificios
Al verla el llanto se instala sin dolor:
un recién llegado al baño de restorán
el suelo trapeado con cloro
y los ojos llenos de lágrimas.
El cargamento más reciente termina de vaciar el andén
y deja su turno al que viene
Su cuerpo es frágil, pero cuando está caído
paraliza la ciudad
(ella eligió el Metro porque ya estaba trazado:
no era un motivo de viaje
sino el camino más corto hasta el fin del recorrido)
–No importa, no quiero saber dónde llamar
ni dónde vives, por si me pongo tonta.
–Aunque los vagones traen ruido
puedo escuchar tu música.
Dos niños caminan junto al ciego
que sale de la estación,
guardan silencio, se miran
y creen pasar inadvertidos
lo ven subir la escalera
imaginan cómo es la oscuridad.
De No tocar, 2003
Escribo caminando y me siento a corregir.
LA CASA DONDE NO VIVIMOS
La culpa siempre es del empedrado
Hoy tocaron la canción que más me gusta
y hay un amigo que no se deja ver
Por fin un deseo se cumple en desmedro del tiempo:
en la playa, acompañado, después de muchos días bajo nubes
el cielo se despeja y sale el sol
El odio se hace coágulo bajo la mala memoria
Jugar a las escondidas con restos que no se ven
que pasan inadvertidos
como sirena contra robos
activada al más mínimo roce del automóvil.
El padre no está en casa y nunca llama por teléfono
Se fue a vivir a una fosa o al fondo del mar
No se puede imaginar en qué estación sucede
nublado el verano, la aridez de un invierno seco
mientras el día se destiñe a pesar de la luz:
dibujo saturado de negro y un niño de siete años.
La verdad es otro seudónimo de la mentira
Salió a la calle a cumplir su itinerario
en el que simplemente desaparece
Su silencio no coincide con los ojos
con la camisa en la foto blanco y negro
que ella se cuelga al pecho
ni el sobrenombre hace mérito al fémur
ni al hueso húmero con que se identifica
cuando se acuesta a su lado
y oye la palabra hijo
–Nunca lo vemos en casa pero aquí vivimos
jugamos a las escondidas y él siempre gana.
Al mío lo conozco desde que murió
lo puedo visitar, hay un nombre en su lápida
(cambiaron la señalética, cuando niño me perdía)
Ahora es otra la forma de hablar
y el calor derrota a la brisa.
LAS PAREDES NO TIENEN OÍDOS
Cómo se habla a una pared –la estoy viendo–
es más fácil describirla:
está hecha de ladrillos, uno al lado del otro,
arriba y abajo, nunca solos
Los ladrillos se disponen como las letras en el teclado
una junto a la otra, nunca solas, arriba y abajo
Al digitar las teclas
la pared se construye.
De falta, 2007
Lo único terrible sucede a plena luz
a ojos de todos
LOS ALLEGADOS
Tú eres culpable del contagio
Deja que muera tranquila la víctima
cojo del pecho, cuando la ex prótesis
descansa en las vitrinas de la multitud
a pesar de las advertencias
El día cae encima cuando se piensa rápido
como las estaciones sin saber de dónde vino
sin moverse, dónde la viste
dentro del infectado nada se mueve.
¿Conoces el olor de una huelga de hambre;
golpes de martillo dos pisos más arriba
o el latir de un corazón apoyado en la mesa
hacen vibrar el único recipiente con líquido
Vejez y juventud se clasifican por olor
no por frescura. Se reconoce en las náuseas:
abuela torturada saliendo del baño
olor que deja el cáncer o la electricidad
entre las piernas
Los síntomas dejaron marcas
en el barro afuera del edificio en construcción
Huellas de neumáticos que se entrecruzan
borrándose unas a otras
dando cuenta de lo que fue el trabajo
y un día de ganancias
Sólo recibe llamadas y espera la sentencia
Guarda fotos de perros, no de hombres ni lugares
Llena la garganta de palpitaciones
casi invisibles como el rastro
que dejan los pájaros en su paso por el aire
sin humedad, frutos secos, piel que cubre los nudillos
a la velocidad del sudor cayendo por la frente
durante el miedo
Sí, tú eres el culpable del contagio
Ave de caza esquizo que propaga la enfermedad
Víctima y verdugo que abrió la puerta a los roedores
permitiendo que se reproduzcan
El que mató a su familia
o la abandonó en el desierto de la pobreza
un mensaje cifrado en goteras de tormenta
lágrimas irregulares y tartamudas.
Reparte los naipes
-Tecnología de baja obsesión
Coronas o plantas de invernadero
que evitan marchitarse bebiendo por la herida
y envidiando longevidad a las flores de plástico
Sólo recibe llamadas o se gasta las monedas
igual no hay nadie; amor anal, labios heridos
de fábrica o las suelas gastadas
de una canción antigua italiana
al otro lado de la pista de baile.
La bolsa de basura les habla. Ella les cuenta su historia
por el tajo donde los jirones de papel
agitan sus lenguas al viento
Un paso sigue al otro
brota el pasto
champas de pendejos verdes entre las grietas
Sólo querían inaugurar su nueva casa.
De Hechiza, 2015
MUERTE DE JUGUETE
A veces te imagino
bajo un frío sol de invierno
mientras recuerdas todo esto que pasó
hace tantos años.
Sabes, al crecer la ropa se ajusta
a la deformación de nuestros cuerpos
Como el conteiner de basura
afuera del asilo de ancianos
que cada cinco días
espera su viaje al vertedero
que se acostumbró a secretos olvidados
a desperdicios en bolsas negras valiosas
[que no pasan de moda
cuando dormir es tiempo útil
y estar despierto perderlo.
De haberla visto pensarías que es un juguete
un juguete que los aleja
que no invita a jugar a sus enemigos
El arma Hechiza de un superhéroe
con el poder del rayo y el trueno.
¿Pero y si soy yo el que recuerda
esto que pasó hace tantos años
imaginado por ti?
Yo el tesoro, el cofre con riqueza
y el cráneo infantil destrozado
que se encuentra al final del arcoiris
Lacrimógeno
humeante entre hogueras de Protesta
al final del arcoíris donde vino a impactar
esta bala anónima
El disparo al aire que me eligió
bajo este frío sol de invierno.
De Lo puro puesto, 2018
En este negocio nada se fía –Te juro, nada tengo
lo puro puesto, mi odio.
Hablar con extraños, No tocar
MATERIALES LIGEROS
Las pisadas de los que huyen
se pueden escuchar durante la sequía
son el crepitar de flores
y pastos muertos del año anterior
donde cada paso dice algo
historias inconclusas que suceden
entre Estaciones del Metro
o construcciones de material ligero
que los puertos y el aburrimiento
de no sentir miedo
se llevarán
odios amados que se cocinan por horas, un día a la vez
a fuego lento durante años
en este vertedero de puertas abiertas;
pero clausurado a los que piensan en escapar.
Islas que nunca han visto el agua
apenas calles pavimentadas
y explosiones extranjeras fabricadas
para reunir a los amigos
pero sólo a los que puedan recopilar extremidades
armar el rompecabezas
y después sepultarlo.
Cuando al lado sólo hay dinero falso
y la respuesta es: no me acuerdo
no sé lo que hice ayer
era el último Teléfono Público de monedas
solo
en el Centro Comercial
mientras nadie llegaba
por el camino bloqueado
huérfano de pies.
Los barrenderos saben rastrear el peso y tiempo
que dejan los desperdicios sobre tierras depiladas
también leen el silencio que cometen las hojas secas
junto a árboles desnudos exhibiéndose en público
una tarde sin viento.
Pero no importa, todos han vuelto, nadie huía
ya crecieron los pastos
levantaron nuevos techos
regresó la lluvia.
SE INICIA EL CIERRE DE PUERTAS
a los desconectados…
El cuerpo no tenía ganas
y nada que hacer
como el gato kiltro* que no es de nadie
Esta vez llegaría temprano
pero igual atrasado
después que la sesión y las puertas del Metro cerraron.
Quería conectarla
y tocarse a través de “nuestra” pantalla
“juntos para siempre” después de su turno
frente a frente al teclado
y la cámara que los une
al menos escucharla mientras trabaja
y seguir sus instrucciones por el altavoz
de alguna Estación
o agregar amigos de sus amigos
para visitar lo que hace
y respirar una pequeña dosis de su aire
apretando con fuerza la tapa de cerveza
entre pulgar e índice hasta doblarla
como si al querer reiniciarlo todo
la imagen alcanzara la edad en que se tienen todas las edades
y ganar otro enemigo
fuera el más bello obsequio
iniciando el cierre de todas las puertas.
Pero ya actuaba raro
parecía imitar los gestos sospechosos
del policía viejo y enfermo dado de baja
que todavía en su cabeza
cada mañana
persigue al verdadero culpable
del terrible delito de olvidar
*Perro de raza mestiza
(Santiago de Chile, en 1965). Ha publicado “La comarca de senos caídos”en 1987, “Doble vida”en 1989, “Lugares de uso” en 2000, “No tocar” en 2003, “Segundas intensiones” en 2007, “falta” en 2007, “Antología de baja pureza” en 2013 y 2014, México, DF, “Hechiza, poemas anticipados”, México, 2015 y 2016, y Lo puro puesto, Chile, 2018. En 1988 obtuvo la primera Beca de Creación Taller Pablo Neruda; en 2002 la Beca de Creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. En 2011, 2012, 2013 y 2014 ejecuta el Proyecto Escritos de Sur a Norte, Poesía de Chile en México; Fronteras sin Límite 2015, Poesía de Chile en Perú y Bolivia; y Poesía Chile en México 2018, apoyados por el Fondo del Libro y la Lectura. El año 2004 ganó el Premio Pablo Neruda en su centenario, por trayectoria, otorgado por la fundación del mismo nombre. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas y antologías, además cuenta con numerosos textos críticos acerca de su obra. Es reconocido como una de las voces poéticas vivas más importantes de Chile.
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