Poemas de Guillermo Bawden




Cada vez que llueve

se forma un charco en la esquina de casa

un charco con la forma de Inglaterra

Antes de que se seque

bajo las escaleras 

saltando de a dos escalones

me siento en el cordón

enciendo el cigarrillo

y contribuyo con la niebla


(De Marlboro Vox, Babel Ediciones 2018)



Bajo la escalera helicoidal

para salir del Vaticano

mis pies descienden hacia el recuerdo

se dirigen a un puente roto

a una isla en el río

al sabor aún fresco

de un beso 

que también es un circulo

que emula lo sagrado

(De Historia de Roma, Babel Ediciones 2020)


 


Orar, orar sin tener Dios en las puertas de los templos

Orar frente a una fosa

Orar por la madre

Pensar en la magia, en la muerte, en la fe

Orar por los autos, por sus ruedas de caucho transportando a los vivos

Orar por el agua

Orar por el río que es mi río, que pasa detenido desde mi infancia

Orar por las candilejas, por el intento, por el maquillaje

Orar por la cronología de los amores y por los amores acrónicos

Orar por el café y por el sexo practicado durante la tristeza

Orar por las plantas secas a la espera

Orar por las pastillas y los ansiolíticos orar por las lágrimas

que se mezclan como una corona de flores que evocan la muerte

Orar por las sillas, porque ninguna quedó vacía

Y además, orar por los que las ocuparon

Orar las plegarias de mi amigo Swami, orar porque la muerte

sea ese traspaso del que él me habló desde el primer día

Orar por el musgo y el liquen, el hielo y los insectos

Orar por Darwin y por Dawnkins, para que se equivoquen está vez, solo está vez

Orar por el vasto, oscuro, solitario universo y por el absurdo

Por la danza trunca de los vivos, por el intento de nuestros pies

lanzados al camino

Orar


(De Parkour, inédito)



Ey, Allen

Yo también me emborrache en la calle Narodni

pero ya no había policías de civil

husmeando entre las mesas

Y cruce también el puente de Carlos hacia los cafés del Centrum, 

camino a Malastrana

Vi tetas blanquísimas, enrojecidas por el sol 

y ojos gatunos, verdes, filosos como cutters

Sentí el sol de la mañana y me refresque la cara en el Moldava

antes de persignarme por primera vez en quince años y entrar

en la Capilla del Santo Niño de Praga

Ey, Allen

Vengo de tan lejos 

a tomar mi cetro de Rey de Mayo

Estoy listo para hacer el camino empedrado

desde los monasterios ortodoxos

hasta el reloj lunar

listo, para esperar la lluvia 

entre las lápidas amontonadas del cementerio judío

listo para poner el papel bajo mi lengua, 

sabiendo que hay ventanas donde un ángel espía el occidente

Estoy listo para las cucarachas y para el oro

¿Cómo iba yo a saber cuándo me echaron del Partido

que en realidad era un ojo astronómico

que era alquimia y kabala

más que revolución y arte a favor de

Vengo de tan lejos

estoy en Praga  

Ya me han puesto la capa de terciopelo rojo

soy el Rey de mayo

Kraj Majales gritan los músicos al costado del puente

Kraj Majales gritan los mozos de los cafés eslavos

y los actores del teatro negro

Mi primera noche allí, perseguí a una actriz de pelo rojo 

solo para olvidar mi ciudad sin tejados

para sortear las cunas de niños muertos

para lamer el rocío y ahogar el vomito del absenta

viña verde de locura

Esa misma noche, prima nocte, borracho bajo la llovizna

volví a desear todas y cada uno de las bocas

de las mujeres que tuve

de las que tendría y aún no besaba

de las que tendré y aún no conozco

Ey Allen, ya no hay interrogatorios

ni temor, sólo anonimato

silencio y televisores de plasma y habitaciones de hoteles

sobrias pero ya no socialistas

Dirán lo que quieran, Allen, pero la dictadura de lo anodino 

es peor aún que la de los desfiles de misiles transatlánticos 

Ey, Allen

Cómo hacemos los de la medianía, 

los del pobre talento, los muchachos comunes 

de barrios comunes, con rostros comunes

y ojos comunes

para salvar una frontera

para flanquear a la broma y aparecer a su espalda

Allen, seguí sin pasión de fan tu paso de pastillas,

la catarata de palabras corriendo entre el beboop

y el viejo tesoro de la insania

Pero no alcancé a visitar la locura, más que unos meses

y solo encontré tristeza, gente de rodillas, acabada, 

arrastrada por la fuerza, sólo fichas fuera del tablero

No hay santidad en nuestros dedos

ni santidad en las prisiones,

No hay santidad en el eco de lo blasfemo

ni en la coda perdida de la depresión clínica

Intenté el amor Allen y me reveló mi costado 

de hombre desbocado 

Ey, Allen, ¿Dónde está Whitman ahora?

¿Se perdió en los supermercados? ¿te perdiste con él? 

¿se hundieron ambos en esas ciudades llenas de tontos?

Los busco en el barrio de oro, en el Castillo de la ciudad, 

Los busco en la judería y en el surco que dejo el tanque soviético

sobre la plaza principal 

Ey, Allen, Ey, Walt

La literatura falló, 

la poesía falló,

el amor falló, 

yo fallé 

¿En que tejado me aguarda mi barbárico alarido?

¿En que lugar pasea la mujer nacida en mayo que será última mujer?

Kraj Majales, gritan las esquinas curvas de Praga

Kraj Majales gritan los que viajan al sur porque creen que eso 

simula de algún modo el acto de bajar

Yo nací en mayo, en el sur, en la certeza del barro sur, hay para mí 

un signo, un símbolo, un tótem

Kraj Majales, Rey, Rey de mayo, mano muerta,

primogénito del carnaval 

hijo de la máscara que esconde la oscuridad en la risa obscena

Kraj Majales me grita el mozo que deja frente a mí 

el vaso repleto de verdes demonios

De eso que huyes, dice, 

no se huye moviéndote ni empalagándote de tejados y cabelleras rojas

de eso que huyes, repite, 

no se puede huir

Ey, Allen, yo también me perdí 

pero carezco del don para decir 

en que dínamo de la noche

me encuentro

(De Parkour, inédito) 




Guillermo Bawden (Córdoba 1977) Fue editor de la Revista Universitaria de humor Le Primitive Diplomatique (2002-2005) Editó en poesía “Cuando mueran los peces” (Textos de Cartón 2012 – reeditado por Llanto de Mudo en el 2013) “Paris Journal” (Llanto de Mudo 2013 y reediciones 2014 – 2015) “Grimorio del Búho” (Llanto de Mudo 2015) “Marlboro Vox” (Babel Ediciones 2017) y las novelas “Letra Muerta” (Fan Ediciones – Llanto de Mudo 2012) y El Sepulturero (Contamusa Ediciones 2016)

Formó parte del grupo editorial Llanto de Mudo con Diego Cortés y dirigió las colecciones Bonzo y Extraviado, así como del consejo editor de PALP revista de géneros. 

Forma parte del grupo de trabajo del Encuentro de literatura negra Córdoba Mata, en la que co dirige junto a Lucia Feulliet y Gastón Tremsal la revista del encuentro, Tugurio. 

Está encargado desde el 2012 del Espacio Poesía de la Feria del libro Córdoba. Escribe mensualmente la columna Días Contados, en La Voz del Interior.


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