“Soy un
monstruo de imposibilidades anclado en la realidad” que mejor definición para
describir a un poeta con la forma de una galaxia, el portugués Fernando Pessoa,
de quién su alter ego Bernardo Soares decía: “su voz era opaca y temblorosa,
como la de las criaturas que no esperan nada, porque es perfectamente inútil
esperar”.
Fernando
Pessoa (Lisboa, Portugal 1888- 1935) es uno y es ninguno, es plural,
contradictorio, enigmático, indefinible y uno de los principales responsables
de la renovación del arte luso del Siglo XX. Con apenas 24 años de edad publicó
una serie de artículos en los que vaticinaba un nuevo renacer de la cultura
portuguesa, encarnado en la figura de un poeta, él mismo, que anunciaba su
deseo de modernizarlo todo, un llamado a constituirse en una de las grandes
figuras de la poesía europea contemporánea. Una de sus premisas era “sentir
todo de todas las maneras” en otras palabras ser uno y el otro, conjugar lo
propio y lo ajeno, hacer de la contradicción una bandera y del eclecticismo un
arte. Como, por ejemplo, su sentir patriótico, el orgullo de ser portugués y a
la vez querer formar parte del mundo entero. En los dos libros que publicó en
vida queda plasmada esta dicotomía, un libro de poesía y el otro una guía
escrita originalmente en inglés destinada al visitante extranjero, quizás por
esas maravillosas razones son miles los turistas que abrazan diariamente la
escultura de Pessoa que está frente al café La brasileña de Lisboa, es el
icono, en nuestros días, de una ciudad de moda.
Pessoa es Lisboa. Desde hace algunos años todo el mundo parece
reconocerlo, ha cobrado una dimensión relevante en las letras universales, pero
su fama fue póstuma. El Museo Reina Sofía de España le dedica una exposición
este año, titulada: Pessoa. Todo arte es una forma de literatura en la que se
indagará la relación con las vanguardias de este cronista del cotidiano,
seguidor de tradiciones esotéricas, nacionalista y místico portugués
“conservador pero al estilo inglés” como él se definía. En sus diarios publicados
en castellano en octubre de 2017 por Herminda Editores, insiste en su lenguaje
recursivo: “No sé quién soy ni sé cómo es mi alma. Hablo con sinceridad y
reconozco con sinceridad que no sé de qué hablo cuando hablo de mí. Soy
distinto de esos otros que tampoco sé si existen. Me siento múltiple”. Tanto es
así que Pessoa escribía cartas a Ofélia Queirós, su única amada, que firmaba
con los nombres de algunos de sus heterónimos, más de un centenar de
personalidades y personajes inventados, entre ellos los aclamados poetas
Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Antonio Mora, Alvaro de Campos, Bernardo Soares
considerados por Pessoa como “otros de él mismo”, personajes autónomos que le
han acompañado en el curso de su vida-obra y que vivían fuera de él, una rúbrica,
una biografía, una caligrafía, una vida propia, un retrato dibujado de alguno
de ellos. Los personajes de Pessoa son
escritores con voces y temperamentos distintos, grandes y complejos,
fascinantes, que polemizaban y discutían públicamente, que se intercambiaban
prólogos amigables y refinados tratándose de usted. El poeta Fernando Pessoa
que se ganaba la vida traduciendo cartas y contratos comerciales gracias a su
impecable inglés y su dominio del francés, tejió todo un reino de personajes de
ficción e introspección, todo esto sin salir de su estimada y periférica
Lisboa, adonde regresó a los 17 años tras pasar su infancia en la Sudafricana
ciudad de Durban.
“Nada
existe, no existe la realidad, sino sensaciones. Las ideas son sensaciones,
pero de cosas no situadas en el espacio ni el tiempo” dice Pessoa autor del
“Libro del desasosiego”, su obra más importante, es un texto fragmentado,
escrito como un diario íntimo de una gran profundidad y es el libro que mejor
refleja la complejidad de su mente. Es la obra que más se aproxima del propio
Pessoa, es como un autorretrato del autor, una puerta abierta a su cabeza y a
su original manera de entender la poesía, el mundo y a sí mismo. Este libro es
una de sus más notorias aportaciones intelectuales, obra que grabó
definitivamente su nombre en la historia de la literatura cuando fue publicado
en los años ochenta, libro del cual se realizarán muchas ediciones,
traducciones e interpretaciones en los años venideros, en palabras de la poeta
chilena Jessica Atal: “es una reflexión agudísima y escéptica de la condición
humana”. En este libro describe, como nadie, el desasosiego del alma, la
intranquilidad que sufren los seres más sensibles, los inadaptados. Es
realmente muy difícil de clasificar, fue escrito a lo largo de más de veinte
años, desde 1912 hasta 1935, y en el momento de la muerte del escritor se
hallaba todavía en un estado informe, sin ordenar, sin completar y lleno de
pasajes dudosos que no impiden disfrutar la lectura de la voz de un personaje
sentimental e hipersensible de la clase media lisboeta de comienzos del Siglo
XX. La voz de un hombre lleno de
inquietud e intranquilidad que se acerca a una depresión profunda y tranquila,
según sus propias palabras. Un inadaptado que, dramáticamente, rechaza la realidad
y de esa insatisfacción destila la esencia de su ser, de sus decepciones, de
sus proyectos fracasados, de sus utopías irrealizables, de sus penas y
angustias de sus múltiples yo. Una escritura de extremada lucidez y de un gusto
por el fingimiento y la paradoja.
El poeta,
abogado y profesor español Ángel Crespo (1926-1995) realiza traducciones de
este libro, que logran transmitir sensaciones, impresiones e imágenes claras de
Fernando Pessoa en castellano, comenta a
este respecto: “Una importante laguna en el conocimiento de uno de los mayores
poetas europeos de nuestro tiempo ha sido colmada con la publicación, en 1982,
del Livro do Desassossego de Fernando Pessoa, muy esperado desde que, cuarenta
años antes, la editorial Ática inició, bajo la dirección de João Gaspar Simões
y Luis de Montalvor, la edición de las obras completas del creador de los
heterónimos; y la expectativa aumentó cuando, en 1961, las ediciones portuenses
Arte & Cultura dieron a la luz una selección de este mismo libro, muy incompleta
por cierto, pero en la que figuraban algunos de sus mejores fragmentos”.
“El poeta
es un fingidor. Finge tan completamente. Que llega a fingir que es el dolor, el
dolor que en verdad siente”, el caso “Pessoa” explotó a la opinión publica en
la década de 1940 en Portugal, 20 años más tarde en toda Europa y poco tiempo
después en todo el mundo. Desde entonces no se ha dejado de publicar y traducir
todo lo que va saliendo del baúl donde el poeta portugués guardaba gran parte
de su obra, facsímiles manuscritos atados con una cuerda y marcados con firmas
distintas que sobrepasan cualquier certeza, cualquier interpretación y
cualquier punto final: “soy, en gran parte, la prosa que escribo”. El poeta y
crítico brasileño Frederico Barbosa declara que fue o enigma em pessoa, con el doble significado de
ser el enigma en Pessoa y el enigma en persona. El escritor italiano Antonio
Tabucchi, especialista en lengua portuguesa, ha señalado: “de Pessoa podría
decirse lo que Walter Benjamin afirmaba de Kafka, que toda su obra representa
un código de gestos sin un claro significado, sino más bien son
experimentaciones y combinaciones nuevas”. El crítico literario estadounidense
Harold Bloom lo consideró en su libro "El canon occidental" el más
representativo poeta del Siglo XX, junto al poeta chileno Pablo Neruda. Hasta que un 30 de
noviembre del año 1935 todas esas voces callaron al mismo tiempo, muchas
experiencias, muchos nombres en el lugar de una persona o cuántas personas caben
en la vida de una sola persona, pues además de su rutina de oficina y pensión,
de puntualidad y soledad, vivió muchas otras, declarando: “la vida duele cuanto
más se disfruta y cuando más se inventa”. Ese día a los 47 años dejaba de
existir físicamente y se transformaba en el inmortal Fernando Pessoa, el más
universal de los poetas portugueses, que escribió entre Durban y Lisboa “vivir
no es necesario, lo que es necesario es crear”.
Notas, reflexiones, comentarios del traductor
La diversidad de
las lenguas, lejos de ser un castigo como supone el mito de La Torre de Babel,
está presente para que podamos vivir la experiencia de lo extranjero. Es
necesario recuperar la felicidad del traductor en el desafío que entraña toda
traducción. Una mañana de noviembre de 2017 el director de MAGO Editores, mi
buen amigo, Máximo G. Sáez, me propone que escriba, un libro con mis
traducciones del poeta portugués Fernando Pessoa, desafío que asumí
inmediatamente, a pesar de que el idioma portugués de Brasil es el portugués de
mi especialidad. En efecto desde el año 2002 he estado estudiando y conociendo
la obra literaria de muchos artistas brasileños, poetas, músicos,
intelectuales, arquitectos y he realizado más de 50 viajes a ese
país-continente. Aquellos caminantes que frecuentamos Brasil nos descubrimos sorprendidos
y maravillados ante el tamaño de los dominios de la lengua activa del portugués
brasileño. He traducido al castellano a insignes brasileños, como: Cristiane
Grando, Hilda Hilst, Roberto Piva, Alice Ruiz, Luiz Inácio Lula da Silva,
Tanussi Cardoso, Jiddu Saldanha, Carlos Gurgel, Herbert Valente de Oliveira,
José Castello, Sandra Santos, Ferreira Gullar, Artur Gomes, Claudio Willer,
Adriana Zapparoli, Virna Teixeira, Ligia Dabul, Simone Homem de Mello, Vinicius
de Moraes, Cazuza, Caetano Veloso, Gilberto Gil, Fred Maia y Ademir Assunção
entre otros. He traducido a más de 100 poetas de todo Brasil y sigo
traduciendo, cada semana recibo en Santiago de Chile, libros venidos desde ese
hermoso país. He buscado siempre traducir sentido por sentido, no letra por
letra, significación al ser pronunciado en castellano un sonido portugués.
Significación y sonido, pues si en algo difieren las lenguas es en el recorte
fonético que hacen de los sonidos pronunciables por un ser humano. La voluntad
de comprender lo distinto, la necesidad de acercarse a la alteridad sin
anularla. Comprender es traducir. Tratar de entender lo ajeno. La traducción de
Fernando Pessoa, me llevó a la lectura de sus libros publicados en Portugal y
Brasil, y a una serie de libros de brillantes traducciones al castellano de
este mítico autor, con los que pude comparar el texto de origen con otras
traducciones y mis propias versiones. Lo que me permitió realizar una profunda
inmersión en la poética y en toda esa trama de personas que en el caso de este
autor son el mismo. Una obra basta y compleja de un autor múltiple, leí cuanto
libro cayo a mis manos. Reflexionando y tratando de traducir al castellano una
obra, que es como el borgeano jardín de
senderos que se bifurcan. Fue así que comencé a coleccionar y traducir
fragmentos, citas, recortes, frases para el bronce, aforismos, fundamentalmente
del LIVRO DO DESASSOSSEGO, una obra
de más de 700 páginas. El Libro del desasosiego firmado por Bernardo Soares
escrito por Pessoa es un libro pleno de imágenes de este genio portugués, el
más importante del Siglo XX y probablemente el más importante y famoso poeta
portugués de todos los tiempos. Esta selección de fragmentos pretende en cierta
forma sintetizar una obra inmensa, para la que abría que dedicar mucho tiempo
para traducir de manera completa, tarea que espero las nuevas generaciones de
poetas chilenos realicen. Este libro pretende hacer notar al lector la
profundidad de este espíritu humano, estos fragmentos de la personalidad de un
solitario creativo y que fue muchos otros. Este libro puede ser leído en orden
aleatorio, puedes entrar por cualquiera de sus páginas antes de embarcar en el
avión, mientras viajas en el tren, en el Metro, en el bus, en la biblioteca o
donde estés. Y preguntarse a sí mismos: “Hice de mi lo que pude y lo que pude
hacer de mí no lo hice, vestí un traje equivocado”, ¿Qué quiere decir con esto
Pessoa?, ¿Te hacen algún sentido estas palabras?. Me sentiré feliz si al menos
consiguen una bella iluminación. Este trabajo fue acompañado creativamente de
dibujos, pinturas y diseños de mi autoría que fueron inspirados por Pessoa y no
pretenden otra cosa sino estimular el conocimiento y estudio de este autor
imprescindible y al mismo tiempo generar nuevas y futuras traducciones, de un
autor que sin duda volverá una y otra vez a ser ese monstruo de imposibilidades anclado en la realidad. La obra de
Pessoa es arte, y es esta la visión que debe perdurar, la provechosa sensación
de estar frente a una legítima expresión de vida y de lenguaje. Eso que
antiguamente se llamaba poesía.
NOTA: Prólogo,
arte, fragmentos y notas del libro FERNANDO
PESSOA, EL ESCRITOR MULTIPLE DE LISBOA de Leo Lobos. Publicado por MAGO
Editores en Santiago de Chile el año 2018 (http://magoeditores.cl/).
Fernando Pessoa
Colección de fragmentos
(Pequeña selección)
Por Leo Lobos
Leer es soñar de la mano de otro
*
Reconstruirse
Reconstruirme
Sin ideal y sin esperanza
*
En estas impresiones sin nexo, ni deseo de nexo, narro
indiferentemente mi biografía sin actos
sin historia
sin vida
son mis confesiones
y si en ellas nada digo
es que nada tengo que decir
*
Si el corazón pudiese pensar se detendría
*
Soy un monstruo de imposibilidades anclado en la
realidad
*
Nací en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes
habían perdido la creencia en Dios, por las mismas razones que los mayores
habían tenido para creer en él
*
Nada lo aproximó nunca a ningún amigo
fue el único que de alguna manera estuvo
en su intimidad
*
Se dan las circunstancias ocasionales en su vida que
han sido talladas a imagen y semejanza de la dirección de sus instintos
*
Las pompas de jabón que el niño se entretiene en
soltar al aire son traslúcidamente toda la filosofía
*
Trabajo bastante. Cumplo con lo que los moralistas de
la acción llamarían mi deber social. Cumplo con ese deber, o con ese destino,
sin excesivo esfuerzo ni notable ánimo. Pero, unas veces en pleno trabajo,
otras en pleno descanso, ese descanso que, según los mismos moralistas, merezco
y que me debe ser grato, me desborda el alma un resentimiento de inercia, y
estoy cansado, no del trabajo o del reposo, sino de mí
*
Nada lo obligará nunca a hacer nada
de niño será un solitario
no pertenecerá nunca a ningún grupo
no pertenecerá nunca a una multitud
*
La mañana del campo existe
La mañana de la ciudad promete
La una hace vivir
La otra hace pensar
Y yo sentiré siempre
que más vale pensar que vivir
Leonardo Lobos Lagos nació
en Santiago en 1966. En su etapa escolar estudió en el Liceo Darío Salas,
mientras que en su etapa universitaria estudió varias carreras, en distintas
universidades como la Universidad de La Serena, Universidad Diego Portales y la
Universidad Tecnológica Metropolitana. Ha sido laureado UNESCO-Aschberg de
Literatura 2002. Ha publicado 15 libros de poesía. Su obra ha sido traducida al
portugués, búlgaro, inglés, italiano, rumano, japonés, chino, árabe, francés y
holandés. Como traductor desde el portugués ha realizado versiones en
castellano de autores como Roberto Piva, Hilda Hilst, Claudio Willer, Tanussi
Cardoso, Paulo Leminski y del escritor portugués Fernando Pessoa. En 2003
recibe la beca artística del Fondo
Nacional de la Cultura y las Artes del Ministerio de Educación de Chile, y
en 2008, la beca de creación para escritores profesionales del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
de Chile. Recibe el año 2018 un homenaje en la Universidad San Marcos de
Lima en el marco de Festival Primavera Poética de Lima, por su aporte a la
literatura latinoamericana y el Premio
Mayor Yolanda Hurtado por sus méritos y aportes culturales en la ciudad de
Santiago. Corresponsal en Chile de la Revista Archipiélago.
0 Comentarios