El derrotero de la obra literaria del poeta Alexis
Figueroa (Concepción, 1956) tuvo por inicio Vírgenes del
Sol Inn Cabaret, obra con la que obtuvo en 1986 el connotado
premio Casa de Las Américas de Cuba. Al dictador
Augusto Pinochet le quedaban aun tres años en el
poder y Chile después se convertiría, en los finiseculares y
nihilistas años noventa, en un violento caso de economía
neoliberal con el felino mote de “el jaguar de Latinoamérica”.
Vírgenes prefigura esa carnavalización mercantil de
una sociedad criada con la tele prendida, compuesta por
individuos, en especial algunos poetas, a los que con cierta
frecuencia se nos apaga [la tele], un decir chileno que
apunta al desgaste por exceso, justo, tal vez, por la inflación
de un ego huérfano de inserción comunitaria, fracturado
en su convivencia colectiva.
Con Vírgenes, creo,
Alexis Figueroa establece un marco general para una obra
que hoy puede verse desplegada en títulos tanto de poesía
como de narrativa, y que comparten una especie de
mundo común enrarecido, freak y delirante, una hiperbolización,
sin duda, del singular universo que inauguró con
Vírgenes.
Alexis Figueroa es un poeta nacido en la ciudad de
Concepción, región del Biobío, la segunda en importancia
demográfica después de la capital del país, Santiago
de Chile. Allí vive y en ella ha desarrollado su trabajo literario.
Residió en Santiago un par de años, a principios de
los 90, lugar en el que editó junto a Jesús Sepúlveda la
recordada revista “Piel de Leopardo” (1992-1995). Yanko
González, en su libro de entrevistas “Héroes civiles y santos laicos” (1999), anota que Alexis Figueroa «ha sido
artesano, maestro chasquilla, redactor “negro”, repartidor
de “Avon”, conductor de talleres literarios, monitor cultural
y “arreglador” de computadores».
Concepción es la ciudad en la que Gonzalo Rojas,
el poeta Del Relámpago, durante la década de los sesenta
y bajo el alero de la Universidad de Concepción,
organizó diversos encuentros de escritores americanos,
a los que asistieron destacados poetas y narradores,
como Allen Ginsberg, Carlos Fuentes, Octavio Paz, Alejo
Carpentier, Nicanor Parra, Ernesto Sábato, entre otros.
Concepción es la cuna del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR, 1965-1990), referente de la izquierda
radical, extraparlamentaria y revolucionaria chilena, y cuyo
líder, Miguel Enríquez (1944-1974), fue asesinado, a sus
30 años y en combate armado, por agentes de la dictadura
de Pinochet el 5 de octubre de 1974. Concepción,
además, es la ciudad en la cual comenzaron su trabajo
literario los poetas Carlos Cociña, Tomás Harris y el propio
Alexis Figueroa, escritores que enfrentaron la historia
de aquel presente duro (los años 70 y 80) subvirtiendo el
texto inmediatamente testimonial por uno que complejizó
el referente de la violencia física y económica vivida en
aquella época.
Circe electroshock es una breve antología de la poesía
de Alexis Figueroa, seleccionada por el propio poeta y
destinada al encuentro con ese lector curioso, y tal vez
también desinteresado, que busca en el arte de la escritura
formas del decir que amplifiquen su horizonte de
citas y modelos. En este poeta encontrarán el montaje de un mundo particular, un mundo que mezcla lo culto y
lo popular, que reactualiza el mito y toma de la tradición
todo aquello que conviene a su universo (im)personal y en
cierto grado rupturista.
Allí están la literatura fantástica,
el cine, la cultura de masas, el rock. Están las carreteras
perdidas y los seres extraviados. Un buen ejemplo de
algunas de estas cosas es el poema “Manicomio”. En él
aparece un personaje que bien podría pertenecer a ese
grupo selecto de vírgenes de su primer libro, y que el
poeta llama “Circe electroshock”. Nombre y apellido en
síntesis mítico-moderna. La hechicera griega, que convertía
a sus enemigos en animales, es solicitada por un hablante
que la nombra de varias maneras, entre ellas, “vid
del risperdal”. Una balada esquizo, un canto raro, y una
clara muestra de los recursos técnicos que el poeta utiliza
para ensamblar los elementos de su materia.
Rodrigo Landaeta
0 Comentarios