Poemas de Sergio Ernesto Ríos





Extraidos de  EL GANADOR DEL PRIMER PREMIO  DEL CENTRO DE ESTUDIOS INTERPLANETARIOS




si es niña que se llame jerigonza
y luna en un jardín de miembros siameses
y la promesa y el monstruo
y no puedo levantar la cuesta
y jaula con máquinas para la ciudad al fondo de mi sien
y un dulce nuevo estilo de estar intoxicados
y bulbo que marcha a la sombra
equidistante
entre una sala de quirófano y un bosque
y golosina tras la muerte
y nostalgia subterránea extraterrestre
del calor de hogar






la gracia prudente
de una reservación de asientos eyectores
observados en un cuenco de cristal

en el desamor
que viste un kimono de luces plateadas
y rastros de paracaídas

medusas o pulpos o flores verticales
medusas o pulpos o flores verticales
medusas o pulpos o flores verticales








he calculado el horario estelar en el planeta de los obispos prismáticos
y debajo de sus cubiertos puse transmisores de onda corta
y debajo de sus sillas marmotas entrenadas
y debajo de la alfombra sólo encontrarán al jefe de estación

luego cogí sus manos sus temas de cautiverio y su contraespionaje
algo mejor que rezar es pasar toda la noche apretando el gatillo
aunque esa vez pedí al creador una maniobra que les desprendiera los birretes e hiciera mermelada de cada cerebro

y también robots animándome como a un héroe
y que luego él tomará el centro de la luna como un micrófono gigante al que fuera a dar un gran beso y me dijera muchacho muchacho conoce a tu enemigo
conoce a tu enemigo







le dije al Sr. Cavatumbas 
los niños zombis aman a las tortugas deslizándose en sus jugos gástricos
entierra mi corazón en Varsovia

le dije al Sr. Cavatumbas
sólo si fuera convidado a un día de campo en el jardín selenita
entierra mi corazón en Varsovia







para Sisi 

me dijo que venía de melmac
era pequeñita apenas ochenta y dos centímetros
y tenía el pelaje café claro
unos ojos redundantes en la oscuro
y la nariz curiosa de un oso hormiguero
unas botas grises extraordinarias le ayudaban a flotar y teletransportarse

su aeronave tenía la apariencia de una cáscara de nuez 
todo lo controlaba con la mente y era instantáneo
subimos
esto es una bola de fuego
esto es la misericordia
las nubes repetidas en nubes espejos
dragones a contramano
un test espacial
los roedores suben noventa grados
las constelaciones son dirigidas en pases de molusco








Sergio Ernesto Ríos (Toluca, 1981). Publicó Quienquiera que seas (FOEM, 2015), Brazuca (Palacio de la fatalidad, 2015), Obras Cumbres (Bongobooks, 2014),  La czarigüeya escribe (Editorial Analfabeta, 2014), en coautoría con Diana Garza Islas, Muerte del dandysmo a quemarropa (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2012) y Mi nombre de guerra es albión (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2010). 
Tradujo del portugués Bruno Brum a ritmo de aventura de Bruno Brum (Palacio de la fatalidad, 2017); Droguería de éter y de sombra (Palacio de la Fatalidad, 2014) de Luís Aranha; Oda a Fernando Pessoa (Palacio de la Fatalidad, 2017), Paranoia (Palacio de la Fatalidad, 2013) y Voy a moler tu cerebro (Red de los poetas salvajes, 2010) de Roberto Piva; la antología de poetas brasileños nacidos en los ochentas Escuela Brasileña de Antropofagia (Kodama Cartonera, 2011). Tradujo del inglés, con Diana Garza Islas, Una noche, senté a Donald J. Trump en mis rodillas/Y otras teorías estéticas del siglo XXI (Oficina Perambulante y Palacio de la Fatalidad, 2017), a partir de un ejercicio de Chris Rodley.  Imparte los talleres de poesía latinoamericana Periferia de Escribidores Forasteros en la Ciudad de México y Toluca.  Trabaja en la librería Mi Primer Día en el Salón de la Fama.



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