Ya no creo en nada ni en la flor
para mà la luna es un lugar
Soy lo que siento
y soy tristeza
refulge en mis uñas
como luciérnagas
El único consuelo de mi tristeza
es ella misma
camina por el apartamento
garba
dolorosa
sin lágrimas
A medianoche
la saco a satisfacer su necesidad
de ver avenidas
por las que no avanzan coches
sino vientos
Ahora nos encaminamos
a una banca frente al Michigan
la invito a que se siente
pero ella salta
y se vuelve toda el agua
Volteo a ver la luna
y no la veo
porque no es un lugar
nada es un lugar
nada existe
mi tristeza está en todas partes
He tratado en vano de olvidarte
de pensar que tú nunca me quisiste
Llevo dieciséis dÃas
tratando de olvidarte
y nada
fulguras en mis noches
como un satélite
A veces me lleno de esperanza
porque te extingues
pero a los dÃas retornas
creces
te vuelves plena
No me importa
haber sido tu capricho
quedarme aquà echado
haber usado en mi trabajo
todos mis dÃas de enfermedad
y mis dÃas personales
Cómo te voy a guardar rencor
si me diste lo que te pedÃ
Si me fingiste
ni modo
cómo despreciarte por eso
si por eso estoy aquÃ
ante a la noche
con los ojos abiertos
Johnny
Alguien me está barriendo el pecho
las cerdas de plástico van y vienen
ahora es un estropajo que me despega las costras
Desde los albores de la guerra no me muevo
no estuve mucho en el campo de batalla
al bajarme del camión sentà un estallido
y luego desperté
Pero despertar es un decir
porque perdà mi rostro
junto con mis brazos
y mis piernas
A veces quiero gritar
y siento que se me abre un hoyo
pero no me escucho
Ahora la humedad de un trapo refriega mi pecho
va subiendo
dobla en mi cuello
y se pierde entre los pelos de mi nuca
Creo que sigo vivo
pero también podrÃa estar muerto
y esto que de mà queda
es lo que queda de todos
Quién me asegura que alrededor mÃo
no hay millones de trozos de carne
que de vez en cuando sienten que les hacen el aseo
Espera
En mi rostro está el horror
la vida ha sido solamente noche
En los libros he visto
salidas y puestas de sol
he visto una luna
un cielo estrellado
y dentro de mÃ
alguien ha cantado
Tonto es el que despierta
A los que ven y escuchan
la vida les da aciago
el silencio los aturde
más que el ruido
y al subir los párpados
viajan a las tinieblas
Qué más da ser
molacho
tunco
o tuerto
si sigo sin saber a qué vine
si debo de satisfacer esta carga
o dejarla que se desmorone
poco a poco
En la vida nunca se gana
desde el nacer perdemos
Luego de la nalgada
el grito no frena
el horror siempre está ahÃ
Nos apareamos
nos congregamos
inventamos la propiedad
inventamos el poder
inventamos emociones
inventamos placeres de la carne
inventamos
inventamos
para anular el grito
Quizás en el silencio
y ayunamos de gentes
y palabras
y algunos tienen la visión
de que en la vida nunca se pierde
que aun al morir ganamos
Mas el grito está allá adentro
lo apacible lo arrulla
pero no lo extingue
Ya en el último lecho
se apropia de nuestros ojos
y de nuestra boca
Febronio Zatarain. México, 1958. Emigró a Chicago en 1989 donde se ha dedicado a la promoción cultural. Ha publicado En Guadalajara fue (novela), Veinte canciones en desamor y un poema sosegado, y Febrónimos bajo el sello de La Zonámbula. También la editorial El Beisman publicó la segunda edición de …Y nos vinimos de mojados, escrito en colaboración con Raúl Dorantes. En 2015 ganó el Premio Latinoamericano de PoesÃa Transgresora con el poemario El ojo de Bacon publicado por la editorial Verso Destierro. Su libro más reciente es Febrónimos de urgencia publicado por la editorial Mantra.
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