Poemas de Fanny Campos Espinoza






Nunca hablé de infancia/porque no me dejaron tenerla


Alguien habló de la razón del odio/a mi padre en un juzgado/ Él dice que ella/ ella dice que yo/ Nunca dicen mi nombre/porque tengo todas las nombres

Puedo ser María/ virgencita de siete velas eclipsadas/ siete / ocho / nueve/ diez/ once/ doce/ Me obligaron a los trece/ a jugar con muñecas de carne/ desnutrida/ pedazo de hermanastro/ mijito predestinado al SENAME

Papá dijo tu culpa/ tú dijiste cuerpo desnudo sobre fecas/ nosotros nunca dijimos nada/
los niños guardamos tumbas en las bocas// Yo tengo once/ cristos oscuros/ eclipsando las velitas/ de la torta más amarga que he comido

 Soy Belén  Joselyn  Camila/ sobre mí se parió al hijo de mi padrastro/ de mi padre/
de mi abuelo/ de todos los hombres de la casa/ del vecindario

 “Será una muñeca   la acunaré entre mis brazos”/ Será una muñequita  la acunaré en mis brazos/ si es que me vuelven a crecer/ jugará bajo el agua con las niñitas muertas que dejaron los abortos clandestinos/ o los partos auspiciados por el ministerio/ y el sacerdocio

Siempre hay alguien que espía/ todos los partos son espiados/ por eso esta vergüenza de parir engendros/ que se arrojan al zanjón

En la moneda sonríen a las cámaras/ frente a mi “madurez” Candy de retail/ en las redes/ atrapan mis reglas/ las quieren convertir en posta molida/ A mí me lo empezaron a meter antes

Parece que nací para esto/ a temprana edad comencé a expeler/ un fuerte olor a hembra/ juguete de carne violencia/ Veinticinco kilos/ de caderas estrechas/ de tetitas incipientes/ listos para perpetuar mierda

¿Y qué es parir? ¿qué es la dictadura?/ ¿qué es esa disonancia?/ ¿duele tanto como una erección?/ ¿duele menos que el desprecio/ de una madre?

  “Si dices algo mataré a tu mami”/ Si dices algo mataré a tu mami/ A penas hablé me quedé huérfana/ Nací huérfana/ y tu hija   abuela    me culpó/ parir perras grita por tres chauchas


Treinta y ocho violaciones cada veinticuatro horas/ por los siglos de los siglos/ en este país de incestos/ Más de ocho millones quinientos trece mil trescientos veintisiete/                                                                                                                 Ãºteros esclavos.






Antes de esta muerte



aprendí a comer lo mismo que mis gatos

sobras encontradas entre basura y maullidos

huele mal  huelo mal

aún antes de ser cadáver olía muy mal

 tan mal como desde siempre mi país hiede

pero desde hace cuatro décadas

con ese olor a genital quemado



yo al menos de vez en cuando

 me daba baños de lluvia

desnuda en mi patio trasero

aún lo hago sobre las baldosas del 29

entre los NN del psiquiátrico

 y la marejada de detenidos desaparecidos



no pudieron quitarnos

la vieja costumbre

de beber el agua de lluvia



En cambio Chile no sabe de higiene

Democracia eau de toilette

sobre el mismo olor

a derecho chamuscado

a vagina acariciada por ratones

un amor verdaderamente reinventado



Rimbaud tenía tantos  piojos

como los que escosen mi cuero cabelludo

mil novecientos setenta y tres piojos

 multiplicándose año a año

junto a las larvas en mi piel



las liendres son iguales en todas partes

pero las mías no dictan poemas sino plegarias

porque metiéronme la cruz un par de veces más

que al sopeado corazón vagabundo

y yo no encontré la pintura

exacta de cada letra de mi nombre

porque ni siquiera recuerdo el que me dieron



impedir que me ojearan nunca fue posible



no alcanzó Rimbaud a perder la misma cantidad de dientes

a mí desde los quince ya no me quedan molares

pese al tiempo su cadáver aún conserva unos cuantos



en mi exhumación sólo verán polvo



 la mayoría de los nacidos sobre el lodo

no conocemos ancestros

diluida la sangre indígena

ninguna dentadura puede

permanecer aferrada a un vacío



nos seguirán privatizando los dientes



soy el fruto de la violencia patriarcal

a la que confundo una y otra vez con amor

pues las malditas liendres deliran en mi oreja

esa plegaria genética social adherida

 a la placenta barata de las madres

tan ausentes en su obstinada presencia



en vez de salvarnos nos esconden

tienen sus instintos atrofiados

porque también les han metido cruz

en medio del miedo

para que sus úteros

perpetúen

cada una de las piezas

del rompecabezas

del rompreconciencia

del rompeverdaderoamor



con suerte parirán esquizofrénicos como yo

la mejor condena mientras no se rompan los eslabones

de ese ADN  sin memoria ancestral emigrado a la periferia



Esconden a sus críos

 pero los más pequeños no me temen

aún creen en sus propios cuerpos

ríos desembocando en el mar colectivo



nada más revolucionario que la mirada de los niños



Ahora volverán a matarme y a nadie importará

como se mata en México a los estudiantes

como se mata en la Araucanía a los mapuches

como se mata a los palestinos en Gaza Lo sé

porque ya he muerto muchas veces

y nunca ha sido por causas naturales

por eso revivo cada vez. Porque me juré jamás morir

de femicidio

y he tenido que resucitar mi cadáver infinitas veces

para cumplir mi palabra.








Fanny Campos Espinoza (Santiago de Chile, 1980) Poeta y Abogada. Bachiller en Ciencias Sociales y Humanidades (PUC); Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales (U. de Chile). Con sus proyecto “Secuelas” y “Quince años y una noche”, obtuvo en 2014 y 2016, respectivamente, la Beca a la Creación Literaria que otorga el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, en ambas ocasiones con puntajes sobresalientes.
Ha publicado los libros Hystera Hystrión/Útero-Máscara (Primera Secuela) (Ediciones Balmaceda, 2015); Inclinación al deseo y al caos (Campos, F; Castro, K;. y Saldaño, M., Ediciones Balmaceda, 2002), obra financiada con el premio Mustakis para Jóvenes Talentos, y en el proyecto colectivo Desencanto Personal (Editorial Cuarto Propio, 2004); más las plaquettes Castillos Medievales en la Ciudad (Editorial Andesgrund, 2013), Divas. Blanco y Negro sin ángeles azules (Campos, F y Castro, K, Ed. Punto G, 2014), País de Incestos (Ediciones Punto G, 2015); y en la plaquette objeto La Nova Nueva Novela (Varios autores, Ediciones .G, 2105).
Actualmente, dirige Ediciones Punto G, y finaliza sus poemarios Esperpéntica. Segunda Secuela; y 15 años y una noche, ambos sobre problemáticas de género. Ha sido invitada a participar en diversos festivales de poesía y performance, nacionales e internacionales.


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