New England Patriots vs Seatle Seahaws
me asalta la mañana desnudo
despertar es una compuerta que se abre de golpe
y deja fluir un torrente de pus
me arrastro al escritorio
la computadora está encendida
me quedo quieto
pienso en una escena de la noche anterior
entro al baño de un bar
orino y salpico todo
no puedo controlar el frÃo
me subo la bragueta y camino hacia el lavabo
veo en una ventana a un sujeto observándome
tiene ojos cristalinos, bigote salpicado y sonrÃe como estúpido
me pregunto desde hace cuánto tiempo está ahÃ
su sonrisa de pervertido me hace enfurecer
quiero romperle la cara
pero me percato que la ventana no es convencional
es una especie de proyección
levito hasta la puerta
a punto de cruzar el umbral dos llavecitas más
de reojo vi un movimiento del sujeto hacia su nariz
es un espejo
me deslizo por las escaleras y al llegar a la mesa
el Pokemón me llamó con esos ojos abiertos y apenas humanos
que hace cuando está por aparecer alguna droga
otra tacha, me la comÃ
de la noche apenas recuerdo luces y tumbos por la ciudad en catarsis
tengo sed
me tomo de golpe media jarra de agua
y como cuando desde el FortÃn
ves encenderse la ciudad al caer la noche
primero algunas luces aisladas en lugares recónditos del cuerpo y en segundos
la tormenta de focos y lámparas
que convierten la ciudad en un gigantesco panal de abejas luminiscentes
asà me vuelve la suavidad al cuerpo
un último coletazo de la tacha agonizante despertó con el agua y todo
otra vez
estará bien
con ánimo para salir a la cocina me paro por un expreso
la pastilla agoniza y puedo sentir sus últimos espasmos
prendo la pipa
me ocupo del resto de esa bolsita
que apareció luminosa en mi billetera
comienzan a rugir los motores y la tristeza se hace más fuerte
aunque extrañamente
más tolerable
la veo acechándome por la ventana
golpeando la cancelerÃa con sus fauces de marrano hambriento
vuelvo a pensar en toda esa mierda que me ha atormentado estos dÃas
ese bastardo con las piernas de mi cielo sobre sus hombros
su pito encajado en su delicada tráquea
me revuelco en el ansia
era lo único que tenÃa
un hombre solo peleando contra la miseria del mundo
aferrado a ese sueño de intimidad exclusiva
esa romántica idea de ser la única fuente de placer de mi princesa
por siempre
a pesar de todo
me dijo que nunca nadie la verÃa como la hambrienta bestia en que se convierte
jamás
esa absurda promesa
con los años se volvió mi único objeto de fe
aquello que secretamente se aferra a nuestros cuerpos
para seguir sintiendo empatÃa y miedo
pero ya bastante tengo con el marrano bufando en la ventana
ayer fue el Super Bowl
Katty Perry sorprendió al medio tiempo
un sexy atuendo con el número 43 gigante sobre su pecho
¿coincidencia o destino?
masco la bolsita esa
y veo la aguja de combustible en empty
no me queda más
el marrano ya encontró la puerta
la rasguña y golpea con sus dientes
pienso en sus dulces pezones
atragantados por un idiota que le regaló muñecos de peluche
porque cuando por fin hemos aceptado que esto es un juego
y que la única forma de ganar
es saber que no hay forma de ganar
lo único que nos queda es convertirnos en placer para alguien
una forma de hacer trampa
otra es atascarse con lo que haya
ya es hora del mezcal
me empujo dos vasitos que incendian mi esófago
y cómo un cohete en ignición puedo levantarme
comienza de nuevo la travesÃa
el naufragio
veo la bolsita masticada en el escritorio
parece un pequeño dragón
con dientes y escamas transparentes
Weekend in Oaxa
¿Qué pasa?, ¿dónde putas estoy?
lo único visible es el ideograma tian dibujado en el espacio
casi una te con doble hélice y dos patas
emulando caminar
se abre hacia mÃ
el hombre es ese movimiento que atraviesa la tierra y el cielo
el ideograma es de un negro profundo
en un fondo negro no menos profundo
pero el pequeñÃsimo poema puede verse claramente
sus bordes y sus abismos están perfectamente definidos
puñaladas en el manto negro
son sables de Hattori Hanzo
lo sé por las delgadÃsimas heridas que dibujan
pero lo suficientemente transparentes para dejar entrar graznidos
se disparan por todos lados como un accidente pirotécnico
los colores son sintéticos, brillantes
un pequeño calor
una pizca de energÃa
se desprendió del último trazo visible
del ideograma que se ilumina y desaparece
el pequeñÃsimo destello comienza su acenso
se va hinchando
la luz se vuelve cegadora
su calor me recorre todo el cuerpo hacia adentro
concentrándose en mi pecho
excitada y palpitante la veo acelerar
colisiona conmigo
la tremenda fuerza del impacto me impulsa hacia arriba de un salto
abro los ojos…
aun escucho los graznidos en la oscuridad
reconozco a Ornette Coleman en el aire
todo parece estar en calma, claro, el DMT
ahà está la pipa
el grinder y la bolsita de polvo amarillo
el Pokemón sigue torcido
claro
venimos hasta el pito de la fiesta esa
ahà en la librerÃa
luego un peregrinar de bares oscuros
ese cabrón no se levanta
pero está bien
se está quejando porque se acostó sobre su mano
¿otro? sÃ, otro
busco el disco de Portrait en Spottyfi
play
bon boyage…
Otra vez voy cayendo
me sumerjo en la alfombra roja
una tumba carmesÃ
esto ya lo he visto
¿pero cómo llegué aquÃ?
comenzó dÃas atrás
estoy en el estudio de Rubén
tengo un mezcal en la mano
es un arroqueño calidad Luis XIV
está el Negro, Alvaro, Quique, el Chivo
y una pecera inmensa de mezcal
todo está borroso
como si hubieran girado el lente
las risas tienen ecos tétricos
escuchamos un disco de Thelonius Monk
aunque no logro reconocer cual
el nivel del mezcal asciende rápidamente
apenas puedo sacar la nariz
me pego en un pequeño rincón donde se hace una bolsa de aire
la pieza se llena rápido
trato de romper una ventana para escapar
detrás una luz entre verde amarillo fosforescente parpadea
una treta de un monstruo abisal
se termina el oxÃgeno
me estoy ahogando
estoy por perder el conocimiento
doy una patada poderosa
abro la puerta
la calle es un largo camino con paredes de resorte
del mismo que usan en los cuadriláteros
voy rebotando de una cuerda a otra
el andar es infinito
en unos dÃas me encontraré
en una calle desértica similar a esta
convertido en ese personaje rulfiano que camina entre la sequÃa
escucho una canción de Dave Brubeck
una estridente zarandeada al ritmo del saxofón
los colores brotan del metal
estoy en una pequeña cueva en el centro de la ciudad
es una librerÃa
estoy bailando
toca un cuarteto de jazz
todos son muy jóvenes
como puedo me escurro hasta el baño
antes de entrar me empino el mezcal
cierro la puerta
me observo al espejo unos instantes y va para dentro
una, dos revoluciones a la nariz
vuelto héroe salgo del sanitario
apenas si hay espacio entre el tumulto
es un lugar pequeño
el baño es un enclave bajo la escalera
circula un bong
llega hasta mis manos y me pego a sus burbujas
la canción terminó con la última bocanada
las paredes están tapizadas de libros viejos
hago un paneo robótico por el lugar
escaneo con la cara trabada
hay muchos conocidos
todos zombis
bailan unos con otros
se abrazan con fraternidad y se devoran los cerebros
unos a otros
me empujo un mezcal y me acomodo los pantalones
me aclaro la nariz
un bello pincelazo tensado en el aire
la primera secuencia del Kind of Blue
el saxofonista no tiene más de 25 años
un genio rotundo
todo da vueltas
la baterÃa me retumba en la nuca
es la despedida de Briana
pero esto es otro dÃa
antes del DMT
abro los ojos pero no se detiene
comienza el asedio
somos tú y yo otra vez
esa voz callada
por fin me doy cuenta
es él quien fabrica los colores
eres tú hijo de puta
mi yo más profundo
todo se vuelve blancura
claridad absoluta de la que no estoy consciente
ocurre sin saber que está pasando
estoy parado viendo la calle completamente vacÃa
el halo de la puerta es una hervidero
se palmean la espalda con torpeza
se carcajean en alaridos
termino el mezcal y me tallo los ojos
interrumpen su conversación abruptamente
voltean a verme al mismo tiempo
uno de ellos me acerca una botella
la agarro con asco
le doy un trago y la devuelvo
hablan de MadMax
de J. G. Ballard
de una pelÃcula de Cronenberg
trato de escabullirme
ahà está la festejada
está hablando con Edgar y con un sujeto que según entendÃ
era un personaje de calabozos y dragones
proponen un puente entre Mallarmé y Heidegger
en cuanto a la forma
al discurso de la forma
pero apenas se les entiende lo que dicen
me doy la vuelta disimuladamente
logro escapar con elegancia y regreso al bar
a la librerÃa
entro al baño
termino el mezcal
un viva las vegas y doy un brico al exterior
como el de una orca que salta a la superficie en un ataque
emerjo en llamas
lúcido hasta el tuétano
bailo, doy un trago
esto es whisky
qué pasó con mi mezcal
espera
este no es el mismo baño
todos son hijos bien amados con elegantes luces en el cuerpo
se regodean con delicadeza
lucen felices y tranquilos
ahà esta Julieta
esto es su cumpleaños ayer o antier
el lugar está lleno de mujeres con pantalones ajustados
y cabello despampanante
exudando deliciosas mieles
me alegro de estar aquÃ
por fin un poco de calma
voy de un lugar a otro con la pipa en la boca repleta de northern lights
apuro el whisky y por arte de magia aparece otro vaso
lleno hasta el tope
veo entre los cuerpos limpios
un par de mujeres bellÃsimas
pequeñas de estatura
deliciosamente torneadas, ambas
par de Venus con ese exquisito movimiento del torso
una es lacia y la otra china
una plateada la otra apiñonada
por lo demás son iguales
son perfectamente iguales y radicalmente diferentes
como antÃpodas en medio de la noche
me paro en frente tratando de ser cortés
intento hilar un saludo
tengo la boca trabada
termino el whisky y aparece otro
soy ese tÃo borracho e imprudente que todos tienen
ahà está Barbarella
abro bien los ojos
ahà está con su disfraz de hombre
pero igual de diva
se contonea torpemente
sexosa
haciendo un escándalo
un grupo de mujeres están a su alrededor y la celebran
solo solo solo, gritan
radiante en su advocación masculina
doy un gran sorbo al garrafón de mezcal
pesa mucho y apenas puedo retirarlo de mi boca
me escurro la barba y me limpio como puedo
levanto la cara como esperando que nadie me haya visto
trato de cuidar mi imagen
de tener mi dignidad intacta
a estas horas de la noche es fácil pasar por yonki perdedor
animal repleto de drogas legales e ilegales
que anda por ahà contando chistes
haciéndose el gracioso
veo a Iliana convulsionando al ritmo del bajo
a su lado está Nadia
al menos asà me dijo que se llamaba
me ve desde que me acerco
le sonrÃo
apenas puedo mover la boca
me presento y hago una broma
ella se rÃe, la invito a bailar y me da la mano
no he perdido el toque
siento como me aprieta con fuerza
excitada
abro los ojos y Nadia se besa con un gringo
perra
otro pinche mezcal
esa canción es de Coltrane
lo sé porque es el soundtrack de un recuerdo que atesoro
estoy en mi cuarto a media luz
ella está a mi lado sosteniendo una copa de vino
oÃmos a Sidney Bechet
apenas puedo contener el ardor
la abrazo y recarga su cabeza sobre mÃ
¿verdad que será para siempre?, me dice
le arrebato la copa que sostiene en sus manos
la empujo a la cama
le arranco la ropa y la miro a los ojos
me aprieta
entro en ella de un golpe y veo su mirada brillar
ablandarse
justo en ese instante Coltrane
toca la primera nota de la canción que ahora inunda la librerÃa
por eso la reconozco
pero eso pasó hace mucho tiempo
en otra vida
antes del gran diluvio y de las bolas de fuego
de las estatuas de sal
aparece otro whisky
está por amanecer
vamos a mi casa a fumar y a seguir bebiendo, digo
Julieta y yo nos subimos a la camioneta con Diana
vamos en camino
entramos a mi cuarto y armo un porro
todo es calma e introspección
tengo ganas de ver a Jane Fonda
su deliciosa cintura
su mirada entre tierna y cachonda
pongo la pelÃcula
ha pasado ya un buen rato
Julieta juega con el Ipad
todos se fueron
deja la tableta en la cama y me habla del tipo que le gusta
fumamos mientras amanece
me cuenta sus planes
yo como siempre
trato de deprimirla con historias de catástrofes y de conspiraciones
a ella no le importa
apenas dormimos unos minutos
abro los ojos, el disco de Ornette Coleman casi termina
estoy en un bar cerca de la librerÃa con Inés y el Pokemon
salimos arrastrándonos y de alguna forma llegamos a la Babel
Inés ya no está con nosotros
pido una cerveza
me encuentro a Kurt y a Oscar en la barra
intercambiamos palabras
pero yo sólo pienso en que se terminó la cocaÃna
no hay más combustible y la noche se derrumba
partimos derrotados
tengo DMT en la casa
dice el Pokemón
Alan Vargas Mariscal (Oaxaca de Juárez, 1992). Actualmente estudia la licenciatura en Derecho en la Universidad La Salle de Oaxaca. Publicó en 2016 el libro PoesÃa mexicana (Elefanta ediciones), galardonado en 2015 con el segundo Premio de PoesÃa Joven Alejandro Aura (SecretarÃa de Cultura de la CDMX). En 2015 presentó Migrar a unomismo (edición de autor), libro-obra que obtuvo ese mismo año una mención honorÃfica en el I Premio Nacional de PoesÃa en Voz Alta (Casa del Lago, CDMX). Realizó la selección y edición de Mezcalito city: registro de poesÃa en Oaxaca (El volador ediciones, 2015). Ha impartido talleres de escritura.
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