LAS PALOMAS
Las palomas malditas se cagan en los autos
apenas salen de la lavadora,
como si tuvieran algo en el pecho,
o en la cola, que les atravesara el alma.
Es común escucharlo en una conversación cotidiana
y luego viene el comentario de que es de buena suerte.
Saben bien cuándo deben abrir sus esfínteres
al viento y botar sus misiles blancos.
Intuyen cuando el metal está reluciente
como las amas de casa lo hacen
con la ropa tendida antes de la lluvia,
como los elefantes antes del tsunami,
como los payasos antes de la carcajada.
Cattelan las puso cagándose en todo
en la bienal de Venecia en el 97. Por eso allí
es prohibido alimentarlas desde hace algunos años.
¿Son animales de paz?
¡No!
Acuérdense de las narco-palomas
en las cárceles de Costa Rica o Argentina,
de las palomas mensajeras en las guerras de la historia,
de la criptococosis, histoplasmosis, salmonelosis, encefalitis.
Lo siento, ONU.
Lo siento, hippies.
Lo siento, Espíritu Santo.
Las palomas son seres abominables
que andan con sus piquitos hipócritas
y comiendo de la mano de los ancianos o niños
para causar ternura ante los ingenuos.
Alguien limpia su carro con una franela
después de que una banda(da) de palomas pasara
y con una lágrima me dice, casi susurrando:
¿Sabías que las pobres son monógamas?
10 (IM)POSIBLES SERIES DE NETFLIX
Un grupo de vírgenes zombies van cada noche a ocasionar estragos en los prostíbulos adyacentes al pueblo que sufre una malaria que congela las pantorrillas.
La leyenda de un futbolista se derrumba cuando sus fans se dan cuenta de que es un extraterrestre huyendo de la NASA que acaba de ser militarizada por mandriles.
El tráfico de chocolates expirados en una escuela donde un grupo de niños huérfanos mantienen en cautiverio a varios niños rubios y niñas bizcas.
Sale a la luz la noticia de que la Miss Universo es un transexual con baja autoestima y todo el mundo comienza a gatear sin motivo alguno.
Todas las mascotas de la ciudad se convierten en jabones y varios periodistas comienzan a analizar el acontecimiento.
Cada árbol tiene un nombre en la hacienda de una familia hippie, pero todo cambia cuando conocen a una familia de ebanisteros enanos.
El buffet de abogados más exitoso del país comienza a desnudarse en los semáforos a cambio de que le enfríen los testículos con paletas heladas de cereza.
En un pueblo chino, la gente comienza a hablar en ruso hasta que un monumento de Stalin aparece con vagina en el tsunami más grande de la historia.
Todos los negros se convierten en albinos y todos los albinos se convierten en negros, mientras que comienza una ola de suicidios de pelirojos.
Las ancianas del asilo más lujoso de la ciudad comienzan a quedar embarazadas y el mayor sospechoso es un niño de 8 años que tiene el miembro viril dorado.
EL SUFRIMIENTO VA CON EL VIENTO
Un ingeniero en telecomunicaciones
sube a la montaña más alta cada vez
que recibe una llamada de celular
y baja por un poco de leche
cuando se lo piden sus compañeros
a través de un caserío miserable.
Intentan documentar un rito mortuorio
cuando una anciana muriese en cualquier momento.
Es un barrio de barro,
casas blancas apiladas como torres de cartas:
el sufrimiento va con el viento.
Se mete a una cueva donde recita
una oda de un poeta iraní
mientras ordeñan a su vaca.
La mujer llora en la oscuridad,
las ubres ofrecen todo,
el ingeniero termina de leer.
—La poesía es mágica, ¿lo sabías?
Imagina esto:
Esto no es una vaca,
sino un cartón de leche.
Esto no es una casa,
sino un supermercado.
Esto no es un poema,
sino un jingle publicitario.
Y yo ya me voy
con mi carrito de compras.
ASALTO A UNA COMPAÑÍA DE SEGUROS
El culo de Jennifer López está asegurado por 4.5 millones de dólares;
las piernas de Rihanna, por un millón;
las cuerdas vocales de Luis Miguel, por 7.5 millones;
la sonrisa de Julia Roberts, por 30 millones.
En una compañía de seguros entra un hombre
con una bolsa llena de dinero.
—Vengo para asegurar mis manos por 100 millones de dólares.
Soy un poeta, soy un gran poeta.
Una manzana puede de ser una granada sin el menor problema.
Un perro de la calle vuela como un dragón en cualquier página.
El agua del grifo es un río de sangre mañana.
Una bota, un volcán. Un alambre, un roble, ¡un rayo!
He creado lo más sublime de mi generación
con estas manos que usted ve aquí.
—Señor, pero si sus manos son dos prótesis de madera
que a simple vista se aprecian.
Son falsas.
—Amigo, las manos de madera me sirven para gesticular
mis poemas, mientras los recito de memoria.
Tengo un sinnúmero de secretarios que los escriben
cada noche, bajo la luna menstruante.
Ahora cuente.
—Señor, pero si estos son billetes de Monopolio.
También son falsos, como sus manos.
—Amigo, le quedo muy agradecido.
A este poema le pondré: “Arriba las manos, esto es un asalto”
mientras empuño una manzana.
LA CIENCIA LO CONFIRMA
La ciencia lo confirma:
retener un pedo toda la noche, mientras
duermes con una mujer –por más hermosa
que fuera– puede acarrear trastornos
alimenticios o emocionales. No temas
a liberarlo ante ella; incluso si tiene senos de panadero
o senos como la masa de los panaderos,
incluso si sus piernas son largas como las garzas
y carnosas como las de un rinoceronte
y tú un insecto que se posa en el rinoceronte
y es comido por las garzas.
Recuerda: no puedes retener un pedo con una mujer.
Las mujeres huelen lo que hay y lo que no.
El pedo alzará sus brazos y te lo agradecerá
dándote golpecitos en el ano, estrenará sus ojos
de lluvia y te mojará con su amor ardiente.
Lo mismo pasaría si retuvieras a una mujer.
La mujer vuela, calla, hiede, suena, mancha.
Sus pezones son antenas que detectan el claustro,
la clausura de lo indómito, el punto previo de la cláusula.
Calla y “huele tu parte”, hermano mío.
En el estómago de los enamorados,
lo que se aloja no son mariposas:
es un pedo libre y hermoso
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