Alfonso Reyes: La Filosofía Helenística




Con este vigésimo volumen de las `Obras completas de Alfonso Reyes`, con el cual el FCE reanuda esta empresa interrumpida en 1968, y cuya aparición coincide con el vigésimo aniversario de la muerte del escritor, queda virtualmente agotado el material manuscrito e inédito de su producción de helenista (a la que están dedicados, además, los tomos XIII, XVI, XVII, XVIII y XIX). El estudio de Grecia fue una devoción que Reyes cultivó desde la primera juventud y que a lo largo de su vida cristalizó en artículos, estudios, traducciones, cursos, apuntes, conferencias, e inclusive como numen de su poesía. Sobre todo en sus últimos años, desde 1939, cuando regresó definitivamente a México, hasta el fin de sus días, Reyes mantuvo en un lugar destacado entre sus múltiples intereses el de comunicar a México y a la lengua española su emoción por Grecia. Lo cual no impidió que arrojara sobre esta parte de su obra el velo de su socarrona modestia: `Me avergüenzo cada vez que se me llama `helenista`, porque, como ya lo he explicado, mi helenismo es una vocación de cazador furtivo, aunque creo que los cazadores furtivos, los que entran en los cotos cerrados y merodean en tiempo de veda, suelen cobrar las piezas mejores`. 
Componen este volumen cinco títulos que encierran en su unidad el `ejercicio, estudio y pensamiento de uno de los más claros y trémulos testimonios de nuestra cultura y de nuestra época`: `Rescoldo de Grecia`, `La filosofía helenística`,`Libros y libreros en la Antigüedad`, `Andrenio: perfiles del hombre` y `Cartilla moral`. 
`Rescoldo de Grecia` es el título bajo el cual Ernesto Mejía Sánchez, encargado de la preparación del volumen, ha reunido una serie de textos que proceden en su mayoría de apuntes y manuscritos de Reyes, anotados con `letra brevísima que muchas veces admitía varias lecturas o abreviaturas de intrincado desciframiento`, el escritor los utilizó sobre todo como programas de cursos que en la palabra viva se desarrollaron mucho más ampliamente, y, de ahí su título, por lo que tienen `de magma incandescente en el laboratorio interior de Reyes`. 
`La filosofía helenística` apareció originalmente en agosto de 1959 como número 147 de los Breviarios del Fondo de Cultura Económica. Se trata de una obra cabal que se encuentra a la altura de las mayores contribuciones de Reyes al conocimiento de Grecia. En ella el escritor se ocupa de la evolución de las ideas filosóficas desde los días en que comenzó la helenización del mundo antiguo hasta los de los `últimos sabios`, cuando la Academia fundada por Platón hacia 385 a.C. fue clausurada por un edicto del emperador Justiniano en 529 d.C. 
El material helénico concluye con `Libros y libreros en la Antigüedad`, original de H. L. Pinner, ensayo que Reyes tradujo, condensó y adicionó de manera peculiar. Esta versión del libro de Pinner, `The World of Books in Classical Antiquity` (1948), es obra sujeta al uso instrumental que Reyes asignaba a la serie de las publicaciones de su Archivo. En esta clase de labor Reyes solía `mezclar indiscerniblemente lo propio y lo ajeno`, de tal manera que no se puede hablar propiamente de traducción. 
Novedad principal de este volumen es `Andrenio: perfiles del hombre`, libro de ensayos filosóficos que podría considerarse como la síntesis del pensamiento de Reyes. Aunque él lo llamó `simples divagaciones`, probablemente es el libro más personal de cuantos acometió en sus últimos años. 
Cierra el volumen, como complemento del `Andrepio`, la `Cartilla moral` que Reyes elaboró en 1944. 
En su conjunto, este volumen reafirma, entre las muchas imágenes posibles de Reyes, una que él mismo plasmó con maestría en las lineas iniciales de `La filosofía helenística`: la de un `estudiante que ha pasado ya los sesenta años, y todavía reclama el derecho juvenil a seguir leyendo, tomando notas y organizando sus lecturas`.


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