UN RÍO DE PALABRAS
Festival
Internacional de poesía de Barranquilla, Colombia
Por Leo Lobos
El 9 de julio de 2008, bajo la
consigna «A más poesía, menos policía», el poeta colombiano Aníbal Tobón
(1947-2016) inauguraba la primera edición del Festival PoemaRío, diez años después sigue nutriendo a su pueblo. En cada
una de sus diez convocatorias el Festival
Internacional de Poesía del Caribe es un testimonio que se desborda por las
cuatro esquinas del mundo, poetas internacionales, nacionales y locales unidos
con un ferviente grupo de seguidores, que generan una corriente de energía
única: «Día a día y noche a noche ―como dijera la reseña de diario colombiano El
Espectador hace diez años―, la ciudad se vació de policías. La poesía lo
llenaba todo, lo copaba todo; no faltó ni un rincón de Barranquilla que no se
llenara de magia y de asombro». En cada convocatoria, un mar de personas se da
cita con el río de palabras que liberan los poetas. Lo comprobé personalmente
en la versión IX de este Festival al cual fui invitado el 2016, donde conocí a
la argentina Marta Cwielong, al salvadoreño Carlos Ernesto García, al costarricense
Guillermo Acuña, al hondureño Daniel
Matul, al poeta y cineasta Colombia Víctor Gaviria y al joven poeta colombiano Ángel
Herrera Díaz entre muchos otros destacados escritores presentes.
Para Miguel Iriarte, Director del
Festival, luego de cinco días en que los poetas transitan e interpelan la
ciudad y sus espacios “queda la sensación de una inmensa gratitud. Este 2017,
como en todos los anteriores, no tuvimos la necesidad de aplazar, suspender o
reagendar ninguno de los más de 27 eventos programados. Todo se cumplió como
estaba previsto. Y de esto caí en cuenta porque más de un poeta invitado me lo
hizo notar elogiando el modelo organizativo del festival, la calidez y la
amabilidad general en el trato. Y algo más para lo cual uno quizá no alcanza a
tener la suficiente distancia y lucidez para percibir: la sensible calidad de
los poetas participantes. Esto es en realidad muy gratificante”.
El neoyorquino Robert Sawyer, honrado
de hacer parte reconoció sentirse impresionado no sólo por el número de poetas
participantes, sino por la calidad del conjunto. “Esta es una gran oportunidad
para muchos poetas y desafortunadamente no hablo español, porque si lo hiciera,
estaría en el cielo”. Para Sergio Rodríguez Saavedra, poeta invitado por Chile:
“Barranquilla es una ciudad todavía a escala humana de Colombia, donde poetas
de diferentes partes del mundo pueden leer en plazas y colegios. Esos
encuentros con acción y palabra son nutricios para un autor que, desde el
extremo sur del mundo, en un invierno con frío y nieve, viene a llenarse de ese
calor con el cual se construye el lenguaje. Demás está decir que sólo
participar de las actividades es una experiencia inolvidable, llena de
estímulos positivos, ésos que tañen las emociones que nos hacen escribir”. Para
el nicaragüense Francisco Larios, el hecho de coincidir poetas del mundo en
este punto de la Colombia del Caribe, es algo más que una mera coincidencia: “No
ha sido solo el espectáculo glorioso de seres humanos reunidos en una
conspiración de paz y belleza mientras el mundo coquetea morbosamente con la
catástrofe. Más que todo, ha sido el brillo de la esperanza en los ojos ilusionados
de los colegiales para quienes el festival es una bendición”. José Zuleta
Ortiz, de Cali, nos devuelve una fina imagen del encuentro: “Tratados con un
afecto profundo y sobrio como el que se le tiene a algo que se valora de verdad,
vivimos cinco días de dichas y placeres. Bajo la sosegada voz de Miguel Iriarte
y la amorosa presencia de la poeta Tallulah Flores, nos reunimos noche a noche
para gozar las palabras”.
Han pasado diez años y el mar Caribe
y el Río Magdalena siguen. PoemaRío
sigue y seguirá río arriba. En julio 2018, otra vez, poetas de Chile,
Argentina, Eslovenia, México, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Nicaragua,
Estados Unidos, España, República Dominicana, Puerto Rico y, por supuesto, de
Colombia y otros lugares volverán a Barranquilla.
Leo Lobos (Santiago de
Chile, 1966) Poeta, ensayista, traductor y artista visual. Laureado
UNESCO-Aschberg de Literatura 2002. Realiza una residencia creativa en CAMAC,
Centre d´Art Marnay Art Center en Marnay-sur-Seine, Francia los años 2002. Ha
realizado exposiciones de sus dibujos, pinturas
y una residencia creativa los años 2003 hasta comienzos del 2006 en el
centro de cultura Jardim das Artes en Cerquilho, SP, Brasil. Ha participado en
innumerables muestras en colectivas e individuales en Francia, Brasil, España,
Argentina y Chile. Ha publicado entre otros: Cartas de más abajo (1992),
+Poesía (1995), Perdidos en La Habana y otros poemas (1996), Ángeles eléctricos
(1997), Camino a Copa de Oro (1998), Turbosílabas. Poesía Reunida 1986-2003 (2003
/ 2da. Edición 2016), Un sin nombre (2005), Nieve (2006), Vía Regia (2007), No
permitas que el paisaje este triste (2007) y NIEVE (2013). Su obra ha sido
traducida al portugués, búlgaro, inglés, italiano, árabe, francés y holandés.
Sus fotografías, ensayos, dibujos y poemas han sido publicados en revistas y
antologías en Chile, Argentina, Perú, Brasil, Cuba, Estados Unidos, México,
Túnez, España, Portugal, Bulgaria, Francia, Italia y Alemania. Como traductor
desde el portugués ha realizado versiones en castellano de autores como Roberto
Piva, Hilda Hilst, Claudio Willer, Tanussi Cardoso, Herbert Emanuel de
Oliveira, Paulo Leminski y José Castelo entre otros. Sus dibujos, poemas
visuales y pinturas forman parte de colecciones privadas y públicas en Chile,
México, Estados Unidos, Brasil, España y Francia. El 2003 recibe la beca
artística del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes del Ministerio de
Educación de Chile y el 2008 la beca de
creación para escritores profesionales del Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes de Chile. Ha realizado una destacada labor como gestor cultural en
espacios como el Centro Bibliotecario de Puente Alto. Como gestor y encargado
de proyectos en la Corporación Cultural y el Centro Cultural Chimkowe en
Peñalolén, Santiago. Como residente en el centro de arte CAMAC en
Marnay-sur-Seine, Francia y en espacio Jardim das Artes en São Paulo, Brasil.
En la actualidad trabaja como coordinador del espacio cultural Taller Siglo XX
Yolanda Hurtado y como secretario ejecutivo de la Fundación Hoppmann-Hurtado en
la ciudad de Santiago donde reside. Es corresponsal de la Revista Archipiélago
en Chile.
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