Éramos tan felices: Un álbum pop
I ´ve been wasting my
I ´ve been wasting my
I ´ve been wasting my time
Makes me glad I found you
Poncho Feat. Maxi Trusso
Hay poemarios que me llevan a
referencias musicales antes que a otros textos. Éramos tan felices de Mattias
Tello tiene eso. Me lleva a recordar y pensar en discos pop, esos que hacen
de la autorreferencia sus canciones: cosas como Vainica Doble o Ritmo
Peligroso. En otros momentos, algún texto, me parece que suena Tata Güines y
otros se van a The Reatads.
Son siempre atacados por la
necesidad de confesarse, de colocar la cotidianidad en primer plano, para
desgranarse en emociones pequeñas, dichas en susurro; expuestas en acciones
antes de crear grandes figuras retóricas. No puedo dejar de pensar en discos
como los de Nacho Goberna o Javiera Mena.
Don Alejo cree que es esta, nuestra
vida,
el único tiempo para dejar ir,
y arrepentirnos luego, ya viejos
Aunque no son mis favoritos,
Tello le da por poner guitarritas y voz de cantautor al estilo de El Hijo,
dejando al ralentí la melodía que lleva su texto:
Vendrá la muerte, flaca
Esa nota a pie de página
Ese libro que no se lee
Lo bueno es que rompe cada tanto
ese ritmo, casi meloso para llevarnos a otro, más vital y crudo.
Vendrá la muerte, flaca
En colectivo
En taxi
En trufi
En combi
En un acorazado con quinientas calaveras
Chinas
Donde lo prefiero, en verdad, lo
disfruto, es cuando le da por sonar fuerte, iracundo, a punto de que todo se
vaya a la mierda:
Los pasos le pesan más
Sus botas Caterpillar le parecen de
hierro
Sus brazos se recalientan y brillan
De una manera
Tan hermosa como el fierro fundiéndose
antes de que el oxígeno lo corte
Este ejemplo, me suena a
Reatards, a Telephones Rouges, a punk poderoso y con fuerza. No se amilana.
Después de este EP poético,
quiero más. Urge que haya un texto donde demuestre que puede hacerlo. Como
primer demo para abrir boca está bien, pero creo que como lectores nos debe más
y, de preferencia, superar esto.
Francisco Rangel
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