Jaime Sáenz: Felipe Delgado





El escritor que se hundió en los abismos de la bebida para comprender la vida y luego, cuando renunció al licor solo porque le dio la gana, se consagró a la creación literaria, fruto de la cual salió la novela Felipe Delgado, considerada una de las obras capitales de la literatura nacional. 
La novela de Saenz, que trata de un paceño que deambula por la ciudad buscando el sentido a su vida, poseído por el demonio del alcohol, convencido de que sólo la muerte lo convertirá en sabio, se publicó en 1979 cuando el autor aún estaba vivo. Desde entonces no salió ninguna otra edición hasta que editorial Plural rompió el silencio de 28 años, reeditándola.


Jaime Sáenz (La Paz, 1921- La Paz, 1986) fue un poeta y narrador boliviano. 

La ciudad de La Paz fue su espacio vital y el permanente trasfondo de su obra. Reconocido como uno de los autores más importantes de toda la literatura boliviana, tanto su vida como su obra marcaron profundamente el espacio cultural boliviano del siglo XX. 

Jaime Saenz fue un personaje de leyenda. Todos los que se acercaban a la literatura boliviana contemporánea, tarde o temprano, también debían o querían cumplir el ritual de conocer a Jaime Saenz. Previo permiso, se lo encontraba tarde en la noche. Recibía visitas y amigos en su llamado los `talleres Krupp`, dos cuartos suma, de sus imágenes, fetiches, muebles, objetos queridos, todos y cada uno con una larga y curiosa historia. `Este cristal era de Goethe`. Ahí se trasnochaba junto a él, charlando, escuchando a Bruckner o a Patiño, bebiendo tragos cortos y, a menudo, jugando cacho. Un cacho que él había ritualizado a su manera y cuyo estilo se puede ver en la convocatoria al `Campeonato del Mundo 1976`, recogida por Blanca Wiethüchter en su MEMORIA SOLICITADA (1989).

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