Sobre Pasos pesados de Gunter Silva Passuni [Por Julio Meza]



Gunter Silva Passuni – Pasos pesados
Myrdle Court Press, Londres, 2016.

            Pasos pesados es la primera novela de Gunter Silva, escritor nacido en La Merced (ciudad de la selva peruana) y que desde hace varios años reside en Londres. Varios de los elementos que constituyen la novela se pueden encontrar en Crónicas de Londres, de 2012, la primera entrega del autor, que está conformada por relatos breves. En Pasos pesados hay así historias de amor romántico, vinculadas a la estrechez económica o la inestabilidad laboral de inmigrantes (dentro del Perú o de peruanos en el extranjero) o que refieren a la idea de la escritura literaria como un acto signado por el aura de lo singular.
            Pasos pesados incluye sin embargo otros elementos a los ya exhibidos en Crónicas de Londres. En la novela las acciones se suceden siguiendo la lógica de los policiales negros cinematográficos (al modo de por ejemplo True romance de Tonny Scott). Los personajes, si bien tienen momentos reflexivos, sobre todo ligados a los temas amorosos, parecen movilizarse por rápidos impulsos, eligiendo lo que dicta su intuición y pasando por alto las dificultades del contexto. Así, el protagonista, Tiago, inmediatamente después de ingresar a la universidad, decide viajar de Lima a Cusco en bus, pese a que la carretera se encuentra llena de inconvenientes por los enfrentamientos entre militares y terroristas; tiempo después, el mismo Tiago asalta la casa del político más corrupto del país, sin tener la menor experiencia en atracos ni en manejo de armas. De este modo, los personajes parecen dejar en un segundo plano cualquier racionalidad utilitaria y sus acciones se justifican en sus afectos, lo que produce giros inesperados en la narración, hasta llegar a un pico de violencia.
            Otro elemento es la referencia al prestigio, tanto en el campo académico como en el de las supuestas relaciones amicales. Tiago estudia en la facultad de humanidades de una universidad limeña, espacio precarizado por la falta de inversión monetaria. Y al parecer debido a la carencia de capitales económicos, los docentes viven un ambiente laboral hostil, en el que lo único que importa es el gesto petulante justificado por la acumulación de prestigio. Es decir, no hay dinero, pero sí reconocimiento simbólico con el cual por lo menos lucirse. A ello se suma una persecución macartista de parte de varios docentes contra aquellos pocos que piensan y actúan de forma diferente, a quienes se les acusa de “rojos” o “terroristas”.
            El prestigio también es referido en el caso de Ana, quien despierta devaneos románticos en Tiago. Ana tiene un padre vinculado al poder político. Ella pertenece a la clase alta, vive en un ambiente acomodado, tiene una capacidad de consumo mayor al resto de los personajes, posee un capital social importante. Esto le dura hasta que estalla el escándalo de su padre, quien es un funcionario corrupto y termina enjuiciado. Aunque no tiene ninguna relación con el hecho de corrupción, ella pierde sus redes sociales e incluso es empujada al ostracismo. 

            Pasos pesados es una novela con elementos interesantes, que no rompe con los modelos estéticos de la narrativa urbana limeña de 1950: la prosa es cercana a la de Julio Ramón Ribeyro (con referencias al cielo gris de Lima, por ejemplo) y la estrategia narrativa echa mano de Vargas Llosa (con capítulos intercalados para narrar historias paralelas).


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