MartÃn Cerda publicó La palabra quebrada: ensayo sobre el ensayo, en 1982 en ValparaÃso. En este libro volcó todo su conocimiento adquirido en Francia y las lecturas que influyeron en su pensamiento.
Este texto nació fruto de la idea del autor de reunir en un mismo volumen sus experiencias en relación a la construcción del ensayo literario y su visión de la trayectoria histórica del género. Dice Manuel Espinoza Orellana respecto a este libro: "La Palabra quebrada se acerca a lo que podrÃa ser la historia del ensayo, y muestra su imagen, lo que podrÃa ser, lo que ha sido y ha dado de sÃ, y la desconfianza traslucida en las definiciones de quienes han dudado de su eficacia otorgándole hoy una importancia secundaria" ("MartÃn Cerda: primero, la idea", La Época, 30 de abril, 1995, p. 4-5)
En este libro, MartÃn Cerda propuso "entender al fragmento no como el resto de un texto posible. De este modo cada fragmentum no recuerda, no alude al pasado, sino que, al contrario, se estira, tanteándola, hacia el futuro. Por eso posiblemente, F. Schlegel decÃa que sólo los siglos futuros sabrán leer fragmentos que, desde Nietzsche hasta hoy, se escriben no sólo en el ensayo sino además, en la nueva o en la llamada antipoesÃa" (Escritorio. 1a. ed. Santiago: Galinost-Andante, 1987. p. 7)
Con este libro MartÃn Cerda obtuvo tres premios: el de la Academia chilena de la Lengua (1983), Premio Municipal de Santiago y el premio de los Juegos Literarios Gabriela Mistral. Además, en el 2007 el texto fue reeditado por el sello Tajamar Editores, con un prólogo de MartÃn Hopenhayn titulado "El desasosiego del ensayista", donde vuelca nuevas interpretaciones del visionario trabajo del autor.
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