Viernes, 7 de junio
He dicho: estoy en crisis. Le he puesto nombre a
mi manera de ser o estar para crearme la ilusión de un estado inédito, de una
progresión, de una novedad.
Ayer, en el métro: el guarda trataba de suspender en
una columna de apoyo un zapato de muñeca que habÃa levantado de debajo de un
asiento. El hilo se rompió. Él miraba el zapato con pesar. Le hubiera gustado
exhibir su hallazgo, testimoniar el cambio que él efectuarÃa en el vagón por
medio de un objeto conmovedor. Lo miraba con lástima. La gente también lo
miraba, asombrada de este hombre, escandalizada. Cuando el hilo que anudó
varias veces se negó a sostener la prenda se metió el zapatito en el bolsillo,
suspiró, también la gente suspiró (de alivio) y todo volvió a la normalidad.
DÃas pasados pasó
algo parecido: las puertas del vagón se abrieron y entró una niñita tan pequeña
que asombraba que ya caminara. Se sentó en el suelo y sacó de su bolsillo
piedritas negras y blancas. Jugó mucho rato balanceándose con la trepidación
del vagón.
No es posible
renunciar a lo que no se tiene.
Domingo, 9 de junio
La indisciplina y
el desorden conducen a la toma de conciencia del vacÃo.
Como siempre,
desde hace nueve años, desde que me consideré seriamente poeta o futura
escritora, me obsede la iniciación del aprendizaje. Leo para aprender a
expresarme. Por eso leo tan mal. Escribo conciente de la provisoriedad de mi
texto, escribo mientras una voz me dice: «Esto es malo por ahora. Algún dÃa será bueno». Sólo un movimiento de libertad me
salvarÃa. Sólo un encuentro con un solo tema, que me obseda, sobre el cual
pueda y quiera escribir un libro. Este tema es un imposible pues no sé
limitarme. Estoy aún el «todo o nada». Y nada he comprendido. Un libro con
anécdota me es imposible. No tengo deseos de contar nada a nadie. Además, lo
esencial, en mi caso, es un tema que me inspire una continuidad. ¿Vendrá solo?
¿He de buscarlo? ¿Cómo lo crearé? Me paraliza. Algo me paraliza. Si me siento y
escribo a máquina llenaré tres hojas que mañana no sabré continuar. Por eso
tengo que hablar de una sola cosa. Desde adentro de una sola cosa. ¿Qué?
¿Quién? Dispersión. Dolorosa dispersión. Tal vez sea mejor comenzar con relatos
breves. Esto me ha de llevar a mi obsesión de ignorancia. A leer relatos para aprender.
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