Poemas de Esteban Couto [Textos tomados de Orbes]






NAUFRAGIO 4
[LA ESPERA]

A esta hora de la tarde
puntualmente
recojo tus amapolas con mis yemas
florezco con ellas
en sus corolas soy más de uno.
En un instante preciso
llego a las citas y echo raíces.
Puedo tardar uno o dos minutos
en contemplar tus senos de mediodía
y tus rayos de sol peinando
tu solemne talle
tu savia repleta de verdor.
Pero al final siempre estoy
cuando riegas en el viento tus granos
cuando plantada en tierra
cada noche sueles agitarte.
Y aunque tardes años en hallar
las mieses y la paz de mis naranjos
aquí estaré
con la tarde cayendo
puntual como el tiempo mismo
y la muerte en su preñez
para extender la lengua
y salpicar de vida el mundo:
este que no cesa de respirar
al ritmo del deseo en el aire. 






NAUFRAGIO 5
[CROCUS]

Desapareces en otoño
pero nada haces por esparcir tus huellas
                                 primavera extinta






NAUFRAGIO 6
[LOTO]

en el fango creces
lentamente
absorbiendo  lodo sal 
                 corazón lluvia
Cronos transcurre 
y de ti solo brota  
el aroma de la nocturnidad 
socavando las entrañas 

de tu manantial dormido


[V: TRANSFORMACIÓN DE AURA]
| MÚSICA DEL MUNDO |


Después de la muerte, el mundo despierta con la música de sus huéspedes: aves de paso en estado cantor cuando la alborada arriba por la margen oeste, búfalos resoplando el agua para que la corriente transmita los mensajes del novomundo, cetáceos entonando en altamar / la balada final de los navíos que naufragan sin salir del puerto.
En carnaval (o duelo), la música se apodera del aire en todas partes, nos nutre de oxígeno (o antimonio): nos quema hasta ser la risueña luminaria del mediodía. Cuántas madres no murieron escuchando la melodía del terremoto en la era de los cambios???
Mientras tanto, las heces flotaban en la bahía y se unían entre sí hasta ser islas, casuchas al aire libre para las pardelas y sus himnos cautivos que guían furtivamente a los navegantes cuando se ausentan los faros.
Poco a poco va naciendo un dios que solo desea contemplar y dormir el infinito abrazando a su creación. La música humana de los seres liminares se lo recuerda constantemente. En un graznido, en un croar de anfibios, en un silbo de madrugada que edifica (historia a historia) las transformaciones silentes del entro torno rollo torno caracol mundo
                        parando nombre asciendo sombra asiendo suertes.


[VIII: TRANSFORMACIÓN DE AURA]

| AUTISMO |


Silenciosamente se aparta el ser del exterior, se reúnen en manos infantes        las partículas del campo, de los volcanes en altamar, del aguacero que remonta desde el terral enmudecido.
Es inevitable deslumbrarse por lo que habita en el núcleo de los asteroides / en 3.14 grados a babor de los planetas. Cada mandala de carne se comunica con su alma en la trocha del hálito. Así se hacen interiores los paisajes contemplados en el resplandor de ese espacio del día donde el tiempo no tiene alias       ni existe más.
Hace falta estar loco [diría Mamá] para no perturbar la naturaleza silente de la creación en ciernes [lunes-martes-miércoles-jueves-viernes-sábado-diadeluto]. Jorge Luis dijo: “¿Por qué crees que todo movimiento se sintetiza en el meditativo sol de ese punto?”. Despojada la ciudad de las variaciones de la luz, de los manuscritos en sánscrito, del sexo (y su guerra en esferoides), se sueña en todas las direcciones, en la configuración celular del futuro de los ancestros.
[La telaraña cósmica de la historia tiene códigos indescifrables de estrellas que no cesan de repetirse, como en un bucle de tiempo infinito         rueda rueda rueda    sin misericordias de dioses]
Adentro          muy profundo           juegan los niñomundos con sus propios libros: imágenes en sepia de escenarios que se arman y desarman al [ruitmo] de la electricidad nébula. Con la fe que amerita       Mamá nunca interrumpía en la creatura / ese rito interno en las cavernas de su arduo silencio.  




Esteban Couto. Seudónimo de Christian Ahumada Herdia (Chimbote, 1987). Integra desde el año 2004 el Grupo Literario Isla Blanca de Chimbote, fundado por el escritor ancashino Óscar Colchado Lucio. Sus textos han sido publicados en diversas revistas, muestras y antologías poéticas y narrativas del país. Su primer poemario Saco de carbón (Editorial Aletheya, Arequipa - 2011) le valió un reconocimiento por su trayectoria literaria por parte del Gobierno Regional de Áncash. Ganador del concurso de la macrorregión sur El Búho en la categoría Poesía el año 2014. Ese mismo año sale a la luz su segundo libro, Ese animal hecho de estaciones, vía Cuervo Editores. Fue parte del equipo ganador del Concurso de Cortometrajes 48 Hour Film Project Arequipa (2015), donde se desempeñó como guionista. Ha ganado, además, en el año 2016, el primer lugar en Poesía en los VIII Juegos Florales Universitarios organizados por la Dirección Universitaria de Cultura, Arte y Recreación de la Unsa. Ha publicado el 2017 su tercer libro de poesía: El paraíso desterrado (Editorial 12 Ángulos) y una segunda edición especial de Saco de carbón a través de Aletheya. Radica en Arequipa desde el año 2009.

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